■ El titular del festival del Centro Histórico explicó el cambio de sede para la clausura
Nunca ha existido pugna ni lucha soterrada con el GDF por el uso del Zócalo: Wolffer
De acuerdo con el director del Festival de México en el Centro Histórico, José Wolffer, “nunca ha existido pugna” ni lucha soterrada con el Gobierno del Distrito Federal (GDF) por el control y el uso del Zócalo durante los días de actividades del encuentro cultural y artístico.
“No estoy de acuerdo con la palabra pugna; nunca la ha habido. Lo que sí ha habido, desde el inicio del festival, es un entendimiento muy cercano con el gobierno capitalino para ocupar este espacio”, sostuvo el promotor a pregunta expresa, durante la conferencia de prensa en la que se anunció ayer la próxima mudanza de las oficinas del festival a un edificio del Centro Histórico.
El origen de tal interrogante fue el cambio de sede que los directivos del festival tuvieron que hacer de último momento de las actividades que estaban programadas para realizarse este fin de semana en el Zócalo, entre ellas el concierto de clausura y que ahora tendrán lugar en la Plaza de Santo Domingo, según se anunció apenas este miércoles.
Al solicitarle que aclarara las causas de esa decisión, la cual fue tomada con las autoridades capitalinas, Wolffer indicó que este fin de semana existen ya programadas otras actividades en la Plaza de la Constitución ajenas al festival, que podrían afectar el desarrollo de los espectáculos de éste o inclusive su realización.
Entre esas actividades, mencionó la clausura del Museo Nómada, el ciclotón, un desfile multitudinario del DIF y una presentación de quinceañeras.
Sobre este tema también habló el presidente del Consejo Directivo del festival, Sergio Autrey, quien aclaró que ésta no es la primera ocasión que se realiza un cambio de sede de un espectáculo.
“Llevamos 24 años haciendo el festival; hemos participado varios años en calles y plazas, y creo que tenemos un saldo blanco (...) Somos iniciativa privada y utilizamos espacio público, entonces sí tenemos mucha conciencia de cómo mitigar riesgos.”
En cuanto al cambio de las oficinas del festival al corazón de la capital, Wolffer indicó que es un proyecto acariciado desde hace varias administraciones y que ahora es posible merced al ofrecimiento que hizo el Fideicomiso del Centro Histórico del GDF, que preside Inti Muñoz, de entregarle en comodato un edificio ubicado en esa zona.
Con dirección en República de Cuba 41-43, se trata de un inmueble construido y ampliado entre finales del siglo XIX y la primera mitad del XX. Su restauración correrá a cargo del propio fideicomiso, con un costo de 15 millones de pesos, trabajo del que se encargará Javier Sánchez Huerta, quien ha realizado intervenciones en inmuebles con valor histórico y artístico, como el Centro Cultural de España.
Se tiene la certeza de que “la cultura de alta calidad es el dinamizador más conocido de la ciudad, el más probado de los centros históricos”, agregó Alejandra Moreno Toscano, autoridad del centro capitalino.