■ Son resultado de auditorías aplicadas, señala Ricardo García Sáinz ante legisladores
En capilla, 24 dependencias del gobierno del DF en las que se detectaron anomalías
■ Pagos en exceso, laxitud en adjudicaciones e incumplimiento de proveedores, entre otras
Ampliar la imagen El contralor general del gobierno de la ciudad, Ricardo García Sáinz, compareció ayer ante el pleno de la Asamblea Legislativa Foto: Yazmín Ortega Cortés
Ante la serie de anomalías detectadas, como pagos en exceso, deficiencias en la integración documental de expedientes de personal, falta de imposición de sanciones y laxitud en el control de adjudicaciones, la Contraloría General del Distrito Federal tiene en capilla a 24 dependencias del gobierno de esta ciudad.
Con base en el documento que el titular de esa instancia, Ricardo García Sáinz, entregó a los diputados locales, en el marco de su comparecencia, las auditorías aplicadas revelan, por ejemplo, que en la Secretaría de Transportes y Vialidad se detectó un faltante de 450 tarjetas de circulación de taxi, o bien que en la Procuraduría General de Justicia capitalina se adjudicaron contratos para cambio de llantas a empresas con capacidad instalada insuficiente o con inmuebles en remodelación.
Resalta el amplio informe que en el caso de la Dirección de Prevención y Readaptación Social de esta ciudad hubo incumplimiento contractual del proveedor del sistema de bloqueo de señales de telefonía celular en los reclusorios, mientras que en caso de la Dirección General de Obras Públicas se detectó que hubo incorrecta aplicación de sanciones, pagos de trabajos no ejecutados y otorgamiento de un segundo anticipo en las obras del distribuidor vial Ermita Iztapalapa-Eje 3 Oriente.
Más adelante, el texto del contralor cita el caso de la Dirección de Registro Público del Transporte, de la Setravi, en donde se revisaron los expedientes históricos de concesionarios (taxi), ubicándose la existencia de títulos de concesión posiblemente apócrifos, autorización de trámites de cesiones de derechos de títulos-concesión con documentos que presentan diferencia en las firmas y pagos de derechos extemporáneos.
Toda esa relación de irregularidades motivó una serie de observaciones por parte de la Contraloría, las cuales, en el caso de las 24 dependencias fiscalizadas, están siendo atendidas.
En su participación ante el pleno de la Asamblea Legislativa, cuya sesión se llevó a cabo en el auditorio Benito Juárez, del Zócalo, García Sáinz escuchó los posicionamiento de los partidos de oposición, quienes externaron críticas contra el trabajo desarrollado por la dependencia a su cargo.
Tanto frente a los diputados como en entrevista posterior, Ricardo García consideró que “el verdadero combate a la corrupción está en la creación de un sistema administrativo que tenga sus propios puntos de control, que haga brincar los asuntos irregulares y que estén incorporados a un sistema global que le dé plena transparencia al proceso de revisión”.
Ante los medios de comunicación, el funcionario dejó en claro un punto: “parece que los servidores públicos somos por naturaleza delincuentes; siempre se presume que hacemos mal las cosas y que tenemos todos los mecanismos de enriquecimiento, y frecuentemente tenemos muy pocas herramientas para poder garantizar que el funcionario, que el trabajador, que el empleado, haga, con toda tranquilidad, su tarea”. En su opinión, en la Contraloría “hemos creado una superestructura de controles que nos llevan más al inmovilismo que a la eficacia”, por lo que es fundamental ir a fondo en el replantamiento de nuevos esquemas de fiscalización, camino en el cual ya se avanza.