Usted está aquí: martes 22 de abril de 2008 Cultura Inauguraron mural del maestro Nishizawa en la sede de la SCJN

La Justicia ocupa tres niveles de uno de los cubos de la Corte

Inauguraron mural del maestro Nishizawa en la sede de la SCJN

Carlos Paul y Jesús Aranda

De manera simbólica, este lunes el maestro Luis Nishizawa aplicó la última pincelada al mural que realizó en la sede de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), titulado La Justicia, la cual, de acuerdo con el artista, “se concibe aquí como aspiración de una sociedad, como una dinámica histórica de un pueblo en lucha por construir una nación con justicia y libertad”.

Inaugurado ayer, dicho mural es uno de los cuatro proyectos artísticos en los que participan también los pintores Rafael Cauduro, Leopoldo Flores e Ismael Ramos, quienes plasman sus respectivas visiones sobre la justicia, su historia y significado, en otros tres cubos del recinto judicial.

Nishizawa, de 90 años, cuya trayectoria creativa integra más de 50 años de labor docente en la Escuela Nacional de Artes Plásticas de la Universidad Nacional Autónoma de México, reconoció la “amplia participación” en la creación del mural de Alfredo Nieto Martínez, quien junto con Nishizawa tuvo a su cargo el diseño y dirección de la obra artística.

Asimismo, explicó que “la justicia es una anhelo universal”, idea que quiso dejar plasmada en este mural, el cual abarca tres pisos de uno de los cubos de las escalinatas de la SCJN.

En el primer nivel, la obra muestra la comunicación entre los hombres mediante un códice prehispánico, a la vez que se vislumbra en el fondo un mundo en construcción, que alude a las edificaciones precolombinas.

Se aprecia asimismo la fuerza del caballero tigre que hace referencia “al poder y protección de la justicia, frente a la vista impasible del águila y la sagacidad de la serpiente”, lo que sirve de contexto a una escena de la justicia prehispánica presidida por un juez que lleva copilli (diadema real).

Símbolo y visión lúcida

En el segundo nivel se aprecian “11 briosos caballos”, escapando de las llamas, que representan –comentó Nieto Martínez– a los 11 ministros de la Corte, los cuales están acompañados por los rostros de quienes son considerados los padres del juicio de amparo: Ignacio Luis Vallarta, Manuel Crescencio Rejón y Mariano Otero.

En ese nivel se observa, en medio de la silueta de una casa de Ario de Rosales (Michoacán), a un ministro “mostrando la apertura de su trabajo a la sociedad, en los medios de comunicación”.

En el tercer nivel destaca la presencia de la justicia con sus clásicos atributos: una mujer con el torso desnudo, la balanza y la espada; empero, la concebida por Nishizawa no tiene los ojos vendados y mira “la lucha histórica de nuestro pueblo.

“Al símbolo se le atribuye una visión lúcida, un instinto observador, con la intención de que vea a quién está juzgando: al ser humano”, en este caso a un grupo de hombres encapuchados.

Aquí, resalta también la figura de José María Morelos y Pavón, quien en medio de una llama de justicia, rompe las cadenas de la esclavitud.

En el acto de inauguración estuvieron presentes el ministro presidente de la SCJN, Guillermo Ortiz Mayagoitia, el ministro Mariano Azuela Güitrón, Sergio Vela, titular del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes y Josefina Vázquez Mota, titular de la Secretaría de Educación Pública, quien anunció que Ni-shizawa fue invitado para pintar otro mural en dicha dependencia con motivo del Bicentenario de la Independencia.

 
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