■ Se concentran en desarrollar tecnología y grandes proyectos
Países consumidores y petroleras dicen perder influencia ante nacionalismos
Roma, 20 de abril. Los países consumidores y las grandes petroleras internacionales afirman que han perdido influencia ante el nacionalismo de los países productores y la imparable alza de los precios de los combustibles, durante el Foro Internacional de Energía que se realiza aquí.
“En los años 70 las compañías petroleras internacionales controlaban cerca de 75 por ciento de las reservas mundiales y 80 por ciento de la producción. Actualmente controlan sólo 6 por ciento de las reservas y 24 por ciento de la producción. El resto está en manos de compañías nacionales”, dijo el presidente del grupo italiano Eni, Paolo Scaroni, durante la apertura del foro que reúne a partir de hoy y hasta el próximo martes a unos 500 delegados, entre ministros y representantes de las mayores empresas del sector, para evaluar la situación energética mundial.
Entre los participantes se encuentran varios ministros de Energía de los países miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
Con el precio tan elevado del petróleo, que el viernes alcanzó los 117 dólares, países como Venezuela y Rusia no necesitan la asistencia de las grandes compañías del sector para explotar sus recursos. “Eso no significa que las compañías internacionales perdieron su peso y vayan a desaparecer”, dijo Scaroni.
Las grandes petroleras se concentran ahora en desarrollar la tecnología y la capacidad de administrar grandes proyectos. Los nuevos yacimientos de petróleos se encuentran en lugares de acceso muy complejo, lejos de las costas o en el fondo del mar, o son fruto de costosas refinaciones, como en el caso de Venezuela y Canadá.
Para el presidente del grupo energético italiano Enel, Fulvio Conti, el mercado debe lanzar una “señal clara” y ofrecer “precios estables a largo plazo” a los inversionistas para desarrollar la explotación de yacimientos difíciles y “reducir la volatilidad de los precios”.
Según el presidente del grupo Total, Christophe de Margerie, el barril de petróleo debería costar entre 70 y 80 dólares como mínimo para poder cubrir los gastos elevados de los nuevos proyectos.
De los biocarburantes, el presidente de Shell, Jeroen van der Veer, admitió que existían “demasiadas expectativas” sobre el tema. Afirmó que el mundo necesitará todas las formas de energía, desde el carbón, hasta los biocombustibles, para avanzar al ritmo del aumento en la población.