■ La presencia de los fedatarios motivó el retiro momentáneo de granaderos y autoridades
Artesanos de Coyoacán usan a actuarios para retomar lugares
■ Exigen cumplimiento de los acuerdos de reordenamiento de 1998 que les permitían instalarse en los jardines
■ Luego de haber trabajado durante unas horas, los vendedores dejaron el lugar
Ampliar la imagen Un cerco de granaderos rodeó el jardín Centenario en Coyoacán. Los artesanos que fueron desalojados lograron ubicarse durante unas horas, pero las protestas se mantienen en el lugar Foto: Agustín Salgado
Artesanos del Tianguis Cultural de Coyoacán ejercieron su derecho como permisionarios y aunque por la tarde fueron obligados a desocupar sus espacios, por algunas horas realizaron su actividad en los jardines Hidalgo y Centenario.
Minutos antes de las 10 horas y acompañados por actuarios que darían fe del bloqueo ejercido por la autoridad que les impedía ocupar los espacios en la vía pública, recuperaron sus lugares.
Uno a uno colocaron sus puestos tubulares y el respaldo de los fedatarios sirvió para que comenzaran su jornada de trabajo, que fue interrumpida hace tres semanas por las obras de rescate de la plaza cívica.
Como se había hecho costumbre, un resguardo de granaderos amaneció en los jardines, además del personal de la delegación, sin embargo ambos grupos desaparecieron cuando los artesanos empezaron a instalarse en presencia de los actuarios.
Pese a las declaraciones del jefe delegacional, Heberto Castillo, que consideró inviable el regreso de los artesanos, los comerciantes manifestaron que por ley se debían instalar para cumplir con los convenios firmados en el programa de reordenamiento de 1998.
Los artesanos cuentan con toda la documentación y pagos que por ley estaban obligados a cumplir, por ello en contra del “acto ilegal” de la autoridad hicieron uso de su “legítimo derecho”, de lo contrario quedaría constancia de que el gobierno delegacional les impedía ocupar los espacios “concedidos con anterioridad”.
Los comerciantes aseguraron y presentaron documentos donde evidencian que están al corriente en sus pagos por el uso de la vía pública, el suministro de energía eléctrica y demás servicios, con lo que comprobaron que ocupan legalmente la vía pública.
Sin embargo, para que la autoridad pudiera hacer el retiro debía primero avisar a las 22 organizaciones que ahí se instalaban, dejar constancia por escrito, designar espacios para una reubicación, procedimiento que nunca realizó, por ello se les han concedido amparos y por “ley, su instalación”.
Presión policial
Minutos antes de las 13 horas los fedatarios se retiraron del lugar y no pasó un cuarto de hora cuando alrededor de 50 elementos del Cuerpo de Granaderos se presentaron en la calle de Felipe Carrillo Puerto.
Armados con toletes y escudos, los uniformados se apostaron sobre el arroyo vehicular, mientras personal de la delegación amenazaba a los comerciantes con “recogerles” la mercancía.
Los artesanos establecieron un cordón entre los servidores públicos de la demarcación y sus puestos, lo que provocó algunos enfrentamientos verbales. La presencia policiaca se limitó a mantener formación en medio de la calle.
Inconformes y autoridades establecieron una mesa de diálogo, la cual se realizó en el edificio delegacional. Mientras ésta transcurría los policías recibieron la orden de replegarse, lo que provocó aplausos entre los peatones y comerciantes.
Al salir de la reunión, Hilda Guevara, abogada de los comerciantes, estableció: “No hubo negociación. Engañaron a los fedatarios, al hacerles creer que no existe oposición de su parte para que nos instalemos, pero después de que se retiran (los actuarios) nos traen a los granaderos.
“Nosotros no vamos a oponer resistencia, nos quieren desalojar, pero en caso de que quieran levantar la mercancía vamos a exigir que nos entreguen las actas circunstanciadas correspondientes.”
Guevara aseguró que como parte de la defensa jurídica interpuesta en las próximas horas se realizarán otras diligencias, que incluyen la visita de nueva cuenta de fedatarios a la zona.
Después de las 18 horas la mayoría de los comerciantes ya se habían retirado.