■ El Atlas etnográfico... recopila la tradición histórica, territorial y política de cinco siglos
Exponen la riqueza cultural de pueblos “disueltos entre nosotros”
■ Hay grupos originarios que, pese al crecimiento urbano, se mantienen como unidades sociales
■ Estas personas son invisibles hasta que te percatas del arraigo de sus tradiciones: Gloria Artís
Ampliar la imagen Gloria Artís define la obra como un recorrido por los caminos de la diversidad cultural donde se subrayan los avances y estudios en cuestiones de etnografía Foto: tomada del Atlas etnográfico de los pueblos originarios...
La tradición histórica, territorial, cultural y política de los pueblos indígenas que han permanecido asentados durante cinco siglos en el centro del país conforman el contenido del Atlas etnográfico de los pueblos originarios de la ciudad de México, coeditado por el Gobierno del Distrito Federal y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
El volumen, que forma parte de una serie de 15 atlas etnográficos en los que se analiza a los pobladores originarios de varios estados de la República Mexicana, explora la diversidad cultural de los pueblos que, pese al crecimiento urbano a lo largo de 500 años, se mantienen como unidades sociales portadoras de una singular identidad derivada de sus costumbres y tradiciones.
Así lo explica en entrevista Gloria Artís, coordinadora nacional de Antropología, quien dice que esta serie editorial de divulgación es resultado del Proyecto Nacional de Etnografía de las Regiones Indígenas de México en el Nuevo Milenio, y fue coordinado por Teresa Mora Vázquez.
“Este un proyecto nacional que se inició hace nueve años en el INAH, en el que participan alrededor de 110 investigadores distribuidos en 20 equipos regionales y trabajan de manera paralela con más de 48 grupos étnicos.”
Esta investigación “es novedosa y su tema inexplorado” debido a que los pueblos originarios se encuentran “disueltos entre nosotros, inmersos entre todos los que habitamos la ciudad de México; estas personas no son visibles y hasta que te percatas del origen y arraigo de sus tradiciones te das cuenta de que existe un extraordinario contenido cultural a nuestro alrededor”.
Esa arraigada presencia se observa en las grandes celebraciones, ceremonias, en los rituales festivos y hasta en la gastronomía. “Estamos muy involucrados con ellos, aunque territorialmente no existan fronteras definidas.”
Los ensayos y hasta algunas ilustraciones realizadas por los especialistas para este Atlas etnográfico... son resultado de una profunda investigación, y “aunque sería interminable hablar de todos los grupos de manera pormenorizada, el contenido de los textos sí retoma a los pobladores originarios, sean otomís, tepanecas o nahuas”.
Evidentemente, agrega Gloria Artís, también los expertos hacen referencia al lenguaje imperante y las investigaciones develan que “todos hablan náhuatl, pero esta lengua se ha ido perdiendo y sólo un núcleo importante en Milpa Alta la sostiene, al igual que otras expresiones culturales que son identificables para los pueblos indígenas.”
Puntualiza: “esta es una obra panorámica, no completa, porque en todo caso tendríamos que hacer 25 tomos de un solo grupo originario; la importancia de esta serie radica en que las personas se introduzcan y conozcan el papel fundamental, además de la influencia que tienen esos pueblos en la cultura y en las expresiones cotidianas”.
Este atlas es un recorrido por los caminos de la diversidad cultural pasada y presente, en donde se subrayan los avances y estudios en cuestiones de etnografía, dice Gloria Artís, quien menciona la calidad del volumen en investigación, ilustraciones e iconografía diversa.
Una serie de mapas, además de cartografías que reseñan la evolución de la ciudad, recuadros y abundante material fotográfico, otorgan colorido a la publicación, que también resalta temas, como los de flora, fauna y recursos naturales.
En sus páginas se encuentran, asimismo, recetas de cocina de los grupos indígenas y se mencionan aspectos sobre la medicina tradicional, fiestas, mayordomías, el llamado movimiento de la mexicanidad, así como las celebraciones de días de muertos.
Los estudios básicos identificados en el volumen se dividen en: Los pueblos originarios en los albores del siglo XXI; Origen y fundación de la ciudad de México y sus pueblos; Los pueblos originarios y el inexorable avance de la mancha urbana; Códices de la ciudad de México; Los recursos naturales y los pueblos originarios, y La alimentación de los pueblos originarios.
También incluye La medicina tradicional; Los pueblos y barrios originarios de la ciudad de México vistos desde sus fiestas y mayordomías; La danza entre los habitantes de los pueblos originarios; El proceso de selección de tradiciones: Semana Santa en Iztapalapa; El alma de los muertos es como el aire, y Las posadas del Niñota, son, entre otros, los temas que nos presentan una ciudad que asombrará tanto a citadinos como a foráneos.
De los 15 atlas que integrarán la colección, hasta ahora están en circulación el de Oaxaca y el de la ciudad de México; Chiapas, Veracruz, estado de México y Chihuahua pronto serán publicados. Mientras que se encuentran en proceso de investigación e impresión las investigaciones realizadas en Morelos, Guerrero, Gran Mayab, Huasteca y Michoacán.
El Atlas etnográfico de los pueblos originarios de la ciudad de México será presentado este jueves 17, a las 19 horas, en el auditorio Jaime Torres Bodet del Museo Nacional de Antropología.