Ciudad Perdida
■ Reflexiones sobre los medios y la defensa del petróleo
■ Ayer no hubo noticia para la tele
Poco después de las tres de la tarde, en un restaurante en las orillas de la Zona Rosa, donde se puede fumar, un grupo de personas hacía cuentas del mitin en defensa del petróleo al que había asistido. Sin las huellas del sol que hasta el viernes se empeñó en exprimir los tejidos adiposos de los habitantes de esta ciudad, con temperaturas que rebasaron los 30 grados centígrados, pero calientitos por la alegría de sentirse parte de un lucha justa, y muy indignados con las trampas que construyó el poder para justificar la venta de la última palanca de desarrollo del país, también repasaban su experiencia.
Empezaron el análisis, o lo continuaron –seguramente en el trayecto al restaurante ya habían hablado de ello–, por su visión del periodismo de mercado, es decir, los medios masivos acordes con el neoliberalismo gobernante que ataca todo lo que huele a López Obrador. “Dejaron en paz la elecciones en el PRD y empezaron con la toma de las tribunas en las cámaras (del Congreso), y cuando eso se les acabe ya encontrarán algo para seguir golpeando”, decía una de las señoras que, pese al mediodía frío, se abanicaba sin descanso.
“Estuvimos cerca de cuatro horas”, comentaba uno de los señores mientras apuntaba con el dedo índice su reloj. “Pero no se me hizo pesado. Estuvo bien que llegáramos temprano. ¿Vieron como está enojada la gente? La que estaba junto a mí hasta lloró de rabia cuando el Peje habló de los medios”. La reflexión se detuvo un momento mientras ordenaban la comida.
Luego, el único joven del grupo aventuró su comentario: “que bueno que nadie les hizo caso a los que dicen que van a ayunar para defender el petróleo, porque cualquier cosita que hubieran dicho, mañana la ponen como agresión, como intento de homicidio, y al Peje como autor intelectual”.
Pero también reconocieron a otros militantes del Frente Amplio Progresista con quienes parecían estar de acuerdo. Claudia Sheinbaum, en primer lugar; Jesusa Rodríguez, la actriz, de quien también aprecian su entrega, y se pararon un poco en el alcalde de Acapulco, Félix Salgado Macedonio, que llegó junto con el ex guerrillero Eloy Cisneros y otros mil guerrerenses o más.
Todos rieron con el comentario. Era difícil despegarse de la plática que resonaba en el lugar. “¿Oyeron las campanas de Catedral?” Un breve silencio y luego la respuesta negativa. Todo pasó en calma, con orden, “sin incidentes y sin noticia para la tele”, insistió el joven.
Después se apartaron del tema, no sin apuntar que en el gobierno ya se tenía todo “cocinado y ahora lo único que quieren es hacer legal el robo”, en alusión a la noticia de que Pemex ya dio contratos a empresas extranjeras para perforar en el Golfo de México.
Es muy probable que en ninguna otra mesa del restaurante se hicieran comentarios sobre el mitin, el lugar no estaba ocupado ni en su mitad, pero allí estaba ese grupo que sí parecía preocupado por lo que ocurre en el país, y que formaba sus juicios sobre lo que sucedió en el Zócalo ayer, en otro día de lucha por la defensa del petróleo en manos mexicanas.
De pasadita
Por fin quedó resuelta la elección para presidente del PRD en el DF, en este caso presidenta, con los resultados ya conocidos. Alejandra Barrales fue la ganadora oficial, con un margen que no deja lugar a dudas. Por lo que hace al cómputo nacional, aún no hay resultado oficial, y frente a ello hay algunos ingenuos que pretenden hacer creer que el mejor camino sería proveer a ese partido de un presidente interino, como si no supieran de que lado masca la iguana. ¡Qué barbaridad!