■ La apertura del Corredor Moneda, banderazo para la promoción gubernamental

El Festival de México generará un boom de artes plásticas en el Centro Histórico

■ Íntimamente, Al son de la rumba y Ascenciones de sombra, las primeras exposiciones

Arturo Jiménez

Paralelo a los corredores culturales alternativos que han conformado organizaciones independientes en galerías, antros y calles del Centro Histórico, ahora las artes plásticas promovidas desde instituciones gubernamentales amplían su presencia en esa zona de la ciudad.

Este amplio programa, organizado en el contexto del 24 Festival de México en el Centro Histórico, comenzó ayer sábado con la apertura del Corredor Moneda, que incluye nueve exposiciones en siete espacios, como el Palacio del Arzobispado, el Museo Nacional de las Culturas y la Casa Talavera.

Pero esto es sólo el comienzo, pues el sábado 19 de abril se abrirá el Corredor Alameda y el sábado 26, el Corredor Bolívar-Izazaga, informa Sidartha García, asistente de programación de artes visuales del festival.

En otras ediciones del festival, recuerda García, sólo se abrían los corredores Moneda y Alameda, pero ahora se ha agregado el Bolívar-Izazaga debido a la incorporación de espacios al programa de artes visuales, como los museos del Estanquillo, el de Arte Popular y el Museo Archivo de la Fotografía.

De hecho este año, comenta  el promotor cultural, se inaugurarán en total 29 exposiciones en el marco del festival, y destaca que la idea es que con la apertura de los corredores se genere un ambiente festivo dentro de los propios museos.

Para ello, agrega, se han organizado actividades paralelas como performances, presentación de libros, conciertos, cuentacuentos, proyección de videos y hasta cata de vinos, como sucederá el próximo 19 de abril en el Museo Franz Mayer, con la apertura del Corredor Alameda.

La oferta del Corredor Moneda es amplia. Por ejemplo, tan solo en el Palacio del Arzobispado fueron inauguradas ayer mismo tres exposiciones: Íntimamente, una selección de dibujos, esculturas en metal, gráfica y escultura textil de Olga Dondé (1937-2004), que muestra su visión sobre el erotismo, la creación y la posmodernidad.

Otra es Al son de la rumba, una veintena de fotografías de Héctor García sobre el ya casi legendario mundo de las rumberas; el maestro de la lente confío a La Jornada que a la que más le gustó fotografiar fue a Yolanda Montes, Tongolele.

Aunque enseguida ponderó –desde su silla de ruedas–, que “todas las muchachas tenían lo suyo” y que él las pudo retratar gracias a su trabajo periodístico como reportero gráfico.

Y la tercera es Ascensiones de sombra, intervención-instalación con figuras humanas de tamaño natural de Rubén Maya, “en las que el juego lumínico y la transparencia de su composición sirven de base para evocar temas prehispánicos como el de Xipe Totec, deidad de la mitología azteca”.

Mientras, en la Galería de la Secretaría de Hacienda se inauguró Tránsitos, una selección de 20 pinturas de Conchita Rivera, un recorrido por las últimas fases artísticas de la creadora, que “evocan una alta carga de emotividad e invitan a la introspección”.

En información proporcionada por la galería se agrega que “los colores oscuros, acabados mate, fondos claros y una marcada veta abstracta identifican esta muestra que deja de lado las palabras y las imágenes con significados convencionales para dar paso a la interpretación”.

Las otras exposiciones son Diseño postal, de Francisco Eppens, en la Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada; Herbario imaginario, de Rosario García Crespo, en el Palacio y Museo de la Autonomía Universitaria; Los maestros de San Carlos, en la Academia de San Carlos; Las otras caras de la moneda, en el Museo Nacional de las Culturas; y Cuatro miradas, exposición de cuatro fotógrafos de Guanajuato, en la Casa Talavera.