■ Ipas, organismo pro derechos de las mujeres, presentó informe

Restringir el derecho al aborto eleva hasta 30 veces los riesgos de muerte

Ángeles Cruz Martínez

Las restricciones legales al aborto aumentan hasta 30 veces el número de muertes maternas respecto de los lugares donde esta práctica es legal, lo que significa de que penalizar la interrupción del embarazo sólo pone a las mujeres en riesgo de enfermedades y muerte, advierte un informe de la agrupación civil Ipas, promotora del respeto a los derechos reproductivos.

En torno al inicio de la consulta pública organizada por la Suprema Corte de Justicia (SCJN), el organismo resaltó que en México el aborto representa la quinta causa de muerte y que a él recurren mujeres que fueron víctimas de violación, mantuvieron relaciones sexuales sin protección o tuvieron fallas en los métodos anticonceptivos; también se llega a esta práctica por razones económicas, sociales y de salud física y mental.

Organizaciones civiles de defensa y promoción de los derechos sexuales de las mujeres aseguraron, con base en evidencia científica, que el ser humano existe a partir de la decimosegunda semana de gestación.

Por su parte, Ipas destacó que la penalización no reduce el número de abortos inducidos y en, cambio, incrementa el riesgo de enfermedad y muerte porque las mujeres que así lo deciden suspenden su embarazo de cualquier forma.

La agrupación civil también señaló que en el mundo cada año se interrumpen voluntariamente 45 millones de embarazos no deseados, de los cuales 27 millones se realizan en condiciones legales y seguras y 19 millones en condiciones inseguras. Como resultado de esto, y a pesar de que las muertes son “totalmente evitables”, se estima que cerca de 68 mil mujeres pierden la vida por esta causa en el mismo lapso.

De acuerdo con Ipas, hasta una tercera parte de las mujeres en edad reproductiva buscan interrumpir su embarazo cada año. Sin embargo, las tasas más bajas se registran en los países que tienen leyes liberales, como Holanda, Bélgica y Suiza, donde se reportan menos de 10 abortos inducidos por cada mil mujeres.

En cambio, en países como Chile y Perú –de legislaciones muy restrictivas– se realizan más de 50 abortos inducidos por cada mil mujeres. Además, esta relación alcanza aproximadamente 80 por cada mil en países como Rumania, Cuba y Vietnam, donde las leyes son muy liberales pero el acceso a los métodos anticonceptivos es limitado.

Estos y otros datos sustentados en evidencias científicas son los que llevarán las organizaciones civiles a las consultas públicas que realiza la SCJN en el marco de la discusión que darán los ministros sobre la reforma al Código Penal del Distrito Federal que el año pasado despenalizó el aborto.

Organismos como Católicas por el Derecho a Decidir y el Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE) aseguraron que, como lo han hecho a lo largo de varios años, seguirán promoviendo e impulsando el respeto a los derechos sexuales y reproductivos de las personas, y en particular, de la población femenina.

Ipas destacó que mientras en Europa sólo 3 de cada mil abortos se realizan en condiciones inseguras, en las naciones que prohíben este procedimiento suceden, en promedio, 30 veces más muertes maternas.

Respecto de México, la información oficial señala que casi la mitad de quienes pierden la vida a consecuencia de un aborto tienen entre 20 y 29 años, y que 60 por ciento de los casos ocurren en el Distrito Federal, el estado de México, Veracruz, Chiapas, Puebla y Guerrero.

En el caso del Distrito Federal, Ipas documentó que en 2005, 27 por ciento de los partos atendidos en los hospitales de la Secretaría de Salud local fueron de mujeres menores de 20 años, lo que está medio punto porcentual por encima del promedio nacional. Además, aquí el aborto es la tercera causa de muerte materna.