■ Hay que llevarlo a universidades y centros de trabajo: expertos
Simulación, dejar debate sobre tema energético sólo en manos de partidos
Expertos en medios de comunicación de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) advirtieron que un debate nacional sobre la reforma energética “requeriría que la discusión no se limitara al Poder Legislativo y a los partidos políticos. Antes debe pasar por las universidades públicas, la familia, los amigos y el entorno de los ciudadanos, pues de lo contrario sería una simulación más”.
Javier Esteinou Madrid, catedrático de la UAM-Xochimilco y especialista en comunicación y desarrollo social, afirmó que ante la crisis de credibilidad que viven los partidos políticos y las instituciones públicas enfrentamos una “sociedad civil desamparada, sin ninguna posibilidad de representatividad real ante los organismos políticos. Es una sociedad civil de adelitas que lucha por ganar un derecho fundamental que es la libertad de información y expresión de las ideas”.
Agregó que tras la campaña mediática del duopolio televisivo contra la organización que se opone a la reforma energética de la administración calderonista, “nos topamos con un muro mediático, porque ya se tomó la decisión, desde las instancias de poder, Televisa y Televisión Azteca, que se tiene que imponer su visión y la de los empresarios sobre lo que debe ser esa modificación”.
En entrevista por separado, Carlos Navarro Benítez, experto en medios de comunicación de la UAM, destacó que por un lado prevalece una campaña mediática “avasalladora, tramposa y manipuladora de la opinión pública, orquestada por las áreas de comunicación del gobierno federal, a la que se han sumado muchos medios para garantizar una aceptación de su propuesta”.
Advirtió que la discusión de “un tema toral para la nación, como una reforma al sector energético, se ha quedado en un nivel de simplificación, y eso está relacionado con la educación de la población, porque si la mayoría se informa o deforma su opinión, al tener como única fuente de información los contenidos televisivos, donde se ha roto la frontera entre espacio informativo y de opinión, vemos una clara alineación a la campaña gubernamental”.
Por ello, insistió, “un verdadero debate requiere otros espacios de discusión, ajenos a los partidos y a los legisladores, que no tienen ninguna representatividad, y abrir universidades, escuelas y espacios laborales, aunque tenemos aún ejemplos claros de que seguimos frente a una enorme polarización social resultado del proceso electoral de 2006”.
Esteinou agregó que la cobertura mediática sobre la reforma energética “responde más a un modelo histórico, en el que la sociedad no tiene acceso a los medios, que de antemano pretenden fijar la agenda de la discusión, como han hecho en temas educativos, de salud y económicos”.