Usted está aquí: viernes 11 de abril de 2008 Política La reforma petrolera, una panacea para México, garantiza Calderón a industriales

■ Vamos a “enterrar” la pobreza extrema y a hacer grandes cosas, sostiene

La reforma petrolera, una panacea para México, garantiza Calderón a industriales

■ Con los 150 millones de dólares que ingresen cada año, en 2011 o 2012 habrá acceso a la salud, universidad para todos los jóvenes, gasolinas limpias y cientos de miles de empleos, señala

Claudia Herrera Beltrán

Ampliar la imagen El jefe del Ejecutivo federal, Felipe Calderón Hinojosa, durante su participación en la comida para celebrar el 50 aniversario del Club de Industriales El jefe del Ejecutivo federal, Felipe Calderón Hinojosa, durante su participación en la comida para celebrar el 50 aniversario del Club de Industriales Foto: Cristina Rodríguez

Con la reforma petrolera vamos a “enterrar” la pobreza extrema en México y a hacer “grandes cosas”, garantizó ayer el presidente Felipe Calderón.

No sólo eso, aseguró que con los 150 millones de dólares que estima ingresen cada año al país por proyectos petroleros, en 2011 o 2012 los jóvenes tendrán un lugar en la universidad, habrá acceso universal a servicios de salud y se producirán gasolinas limpias para evitar que los niños padezcan enfermedades respiratorias.

Reunido con líderes empresariales por el 50 aniversario del Club de Industriales, y cuando las tribunas de las cámaras de Diputados y de Senadores habían sido tomadas por integrantes del Frente Amplio Progresista, Calderón advirtió que la sociedad requiere ventilar sus discrepancias en paz y en orden.

Mi gobierno, dijo, no hace cálculos meramente de corto plazo, de coyuntura, porque el deber de un gobernante no es pensar estrictamente en la coyuntura, sino ser capaz de asumir los riesgos, los costos y tomar decisiones que generen beneficios a largo plazo.

También llamó al Congreso de la Unión, partidos políticos, empresarios, sindicatos, intelectuales, académicos, al sector cultural y a los medios de comunicación a asumir el rumbo que México está reclamando.

Así, después de felicitar a los industriales, porque en su club han pasado parte importante de la vida en torno de “las tiritas de pescado, las chabelitas, las pacholas” y otras especialidades de la cocina, hizo un repaso de las reformas estructurales aprobadas durante su gobierno, con lo que dijo haber cumplido el escenario “sobresaliente” que planteó al inicio del sexenio.

Acerca de los cambios propuestos para el sector energético, señaló que buscan erigir un “gobierno corporativo” para Pemex, como lo “realizan muchos de ustedes (los industriales) en sus empresas o todos, probablemente”, que incorporan consejeros independientes y profesionales para aumentar la eficiencia.

A las bondades atribuidas a la iniciativa enviada al Congreso de la Unión durante su mensaje televisivo del martes pasado, sumó otras: dijo que la inversión en hidrocarburos ascenderá a uno por ciento del producto interno bruto adicional por año con los nuevos proyectos de exploración, producción y refinación.

“Tan sólo piensen en este dato: una refinería tiene un costo aproximado de 8 mil millones de dólares. Podríamos estar empezando la construcción de refinerías, casi una por año, en lo que resta de mi gobierno”.

Esto, agregó, permitiría dinamizar la economía y generar “literalmente” cientos de miles de empleos, así como alcanzar la cobertura universal de salud.

“Por lo cual es factible, amigos, y lo aseguro, garantizar, enterrar el problema de la pobreza extrema en el país y garantizarle a cada joven, a cada muchacho, un lugar en la universidad, de manera que no haya un solo mexicano que no curse una carrera técnica o profesional por falta de oportunidades”, expresó.

Señaló que se podrían producir gasolinas limpias, que en vez de contener 500 o más partículas de contaminantes por millón, estén hechas con 30 partículas por millón, lo cual limpiaría el aire de la ciudad de México y evitaría “que muchos de nosotros, los que tenemos niños pequeños, siempre haya uno por lo menos que tiene una enfermedad respiratoria”.

Entre los comensales había empresarios y banqueros, como Héctor Rangel Domene; el premio Nobel Mario Molina; el escritor Enrique Krauze; Marie Jose, viuda de Octavio Paz, y Guadalupe Rivera.

Antes, en entrevistas radiofónicas, Calderón manifestó, acerca de las movilizaciones contra la privatización de Pemex, que no tiene la menor disposición de permitir que se amague la paz, la estabilidad pública o la tranquilidad de los mexicanos.

Sobre las acusaciones de posible tráfico de influencias contra el secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, indicó que “nadie pone las manos al fuego por nadie. Ese no es el papel del Presidente”. Explicó que no es su rol entrar a discusiones o estrategias de distracción, de dimes o diretes, porque el asunto Mouriño ya está en manos de las instancias correspondientes.

 
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