Usted está aquí: jueves 10 de abril de 2008 Ciencias Genera enojo el rechazo de los consorcios europeos a medidas contra contaminación

■ Shell, petrolera anglo-holandesa, amenaza con suspender inversiones

Genera enojo el rechazo de los consorcios europeos a medidas contra contaminación

Afp

Bruselas, 9 de abril. La negativa de los grandes grupos industriales europeos a pagar la factura de la contaminación ambiental, y sus amenazas de reubicar sus fábricas para que los dirigentes de la Unión Europea renuncien a esa medida, han generado cólera.

“Si las cuotas son subastadas, ello costará muy, muy caro. Para la transnacional petrolera anglo-holandesa Shell representará el equivalente de sus beneficios en Europa. Y eso es imposible. Entonces, no habrá más inversiones de Shell en Europa”, advirtió en un debate el gerente esa empresa en Francia, Christian Balme.

El industrial se refería a un cese de las inversiones de Shell en Europa si los denominados “permisos para contaminar”, es decir, para las emisiones de dióxido de carbono (CO2) en la Unión Europea (UE) empiezan a ser de pago, como prevé un plan de acción europeo contra el calentamiento global.

Los países de la UE se comprometieron a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero, entre ellos el CO2, en 20 por ciento de aquí a 2020.

Para lograrlo, la Comisión Europea presentó en enero un plan de acción que pretende, entre otras medidas, que a partir de 2013 se paguen los derechos de emisiones otorgadas en la actualidad de forma gratuita a unas 12 mil empresas europeas.

Esa medida podría suponer el ingreso de 40 mil millones de euros anuales.

Pero los dirigentes europeos, presionados por industrias energéticas para moderar el paquete de medidas, quieren alcanzar un acuerdo a finales de 2008.

“El cambio climático es una realidad y es necesario, de forma urgente, poner manos a la obra para frenarlo”, recordó la eurodiputada socialista francesa Catherine Guy Quint a los representantes del grupo cementero francés Lafarge, de la química alemana Bayer y de Shell, que participaron en el debate.

Lafarge amenazó con congelar casi mil millones de euros previstos para inversiones en Europa si el proyecto de subasta de derechos de contaminación no es abandonado.

El plan europeo sobre clima “tiene un costo para Europa. Cada año será necesario conseguir entre 70 y 160 millones de euros para asumir todas nuestras responsabilidades”, destacó Guy, para quien el sistema de subastas permitiría obtener esos fondos.

Recordó que “el presupuesto de la UE está bloqueado a 130 mil millones de euros por año hasta 2013”, lo que deja poco margen de maniobra.

En su opinión, la reubicación de las industrias es simplemente un “chantaje” y sería contraproducente en término de costos.

“El petróleo cuesta muy caro y no veo cuándo ni cómo se frenará su alza. El costo de los transportes aumentará a corto plazo, lo que significa que traer la producción de China o de donde sea significará perder rentabilidad”, explicó. Esa opinión es compartida por varias ONG.

“Estos megagrupos obtienen grandes beneficios y son los principales contaminadores del planeta”, destacó Sebastian Godinot, de la Organización Amigos de la Tierra.

Los principales emisores “bloquean a los responsables políticos en un esquema arcaico, según el cual mayor crecimiento significa más energía para producir más”, lamentó.

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.