■ Cascos azules dispersan con gas lacrimógeno a manifestantes en Puerto Príncipe
Llama el presidente haitiano a frenar la violencia y los saqueos
■ Cierran escuelas y comercios en varias ciudades; ola de disturbios deja 5 muertos y 60 heridos
■ La ONU pide calma; EU suspende operaciones en su embajada, y Brasil donará alimentos
Ampliar la imagen Miles de haitianos han salido a las calles en protesta por el constante incremento en los precios de los productos básicos; la imagen, ayer en Puerto Príncipe Foto: Reuters
Puerto Príncipe, 9 de abril. El presidente de Haití, René Préval, hizo este miércoles un llamado a la calma mientras el país, el más pobre del continente americano, seguía sumido en una ola de violencia y saqueos tras un brusco incremento en los precios de los productos básicos.
Los cascos azules de la Organización de Naciones Unidas (ONU), que protegen desde el martes el Palacio Nacional, lanzaron gas lacrimógeno en Puerto Príncipe para dispersar a los manifestantes, según testigos.
No hubo nuevas víctimas por los incidentes de este miércoles, aunque las protestas del martes dejaron cerca de 15 heridos. El saldo desde el comienzo de la crisis es de cinco muertos y unos 60 heridos.
“La crisis por la carestía es mundial y nosotros pagamos las consecuencias de malas políticas aplicadas desde hace 20 años en Haití”, declaró Préval en discurso en cadena nacional.
Préval llamó a los haitianos a evitar el saqueo y la destrucción. “Eso no va a resolver los problemas del país”, dijo. “Ordené a la policía haitiana y a los soldados de la ONU poner fin a los saqueos”.
Jóvenes tomaron varias calles de la capital, formaron barricadas con neumáticos y piedras, y lograron paralizar la capital. Muchos comercios fueron saqueados por manifestantes armados con garrotes, y algunos incluso con armas de fuego, aseguraron testigos.
La estación de radio Visión 2000 fue apedreada, dijeron al aire locutores de la emisora, que pidieron ayuda a la policía.
Al día siguiente de una declaración del Consejo de Seguridad de la ONU, reafirmando su respaldo al gobierno de Haití, el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, se sumó al llamado a la calma.
Como hace una semana, también hubo manifestaciones en el interior del país. En Gonaives (oeste) y Saint-Marc (norte), cientos de manifestantes salieron a las calles, motivando el cierre de escuelas y comercios, según radios haitianas.
Los precios de los productos básicos se incrementaron dramáticamente en una semana en Haití, donde el precio de un costal de 50 kilos de arroz, el alimento más popular, pasó de 35 a 70 dólares, mientras el precio de la gasolina aumentó por tercera vez en menos de dos meses.
Préval dijo que se reunirá con importadores de alimentos para intentar una baja en los precios de los productos básicos.
Con 8.5 millones de habitantes, Haití es el país más pobre del continente americano; 80 por ciento de su población vive con menos de dos dólares al día, es decir, debajo del nivel de pobreza.
Estados Unidos anunció este miércoles la suspensión de las operaciones de su embajada en Haití hasta que cese la violencia en el país.
Los disturbios en países pobres por la escasez de alimentos podrían extenderse ante la expectativa de que esa carencia y los altos precios se mantengan por algún tiempo, dijo Jacques Diour, director del Fondo de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés).
La combinación de costos altos de los combustibles, la creciente demanda de alimentos en Asia, el uso de cultivos para biocombustibles, el mal clima y la especulación en los mercados han impulsado los precios, provocando violentas protestas en países pobres.
Brasil donará 14 toneladas de alimentos a Haití, anunció este martes el ministerio de Relaciones Exteriores de ese país.
De otro lado, el gobierno de Perú inició hoy el reparto de alimentos en barrios pobres de Lima, en respuesta al incremento en los precios de productos básicos.