■ Repiten en el Senado los beneficios enunciados por el Ejecutivo federal
Apoyo incondicional de gobernadores de AN
Siete de los ocho gobernadores panistas se presentaron ayer en el Senado para respaldar incondicionalmente la reforma energética del presidente Felipe Calderón, con el argumento de que “modernizará a Petróleos Mexicanos y, además, no toca del marco constitucional ni un solo artículo, y respeta la letra y el espíritu del Constituyente de 1917”.
Los mandatarios estatales se reunieron con los integrantes de la Junta de Coordinación Política del Senado y pidieron ser considerados “parte interesada en el debate”, en virtud de la trascendencia y el impacto económico, social y financiero que el petróleo y “Pemex tienen en el desarrollo nacional, estatal y municipal”.
En la reunión con senadores, los gobernadores Luis Armando Reynoso, de Aguascalientes; J. Guadalupe Osuna, de Baja California; Juan Manuel Oliva, de Guanajuato; Emilio González Márquez, de Jalisco; Marco Antonio Adame, de Morelos; Francisco Garrido, de Querétaro, y Héctor Israel Ortiz, de Tlaxcala, entregaron una carta en la que destacan que la propuesta del Ejecutivo “traerá beneficios para nuestros estados y municipios, en múltiples sentidos”.
Por medio de esa misiva hicieron un llamado a los legisladores “para llegar a acuerdos”, ya que con los beneficios de la reforma energética se hará posible que “contemos con mayores recursos para aplicarlos a la construcción de escuelas, clínicas y hospitales; abrir y mejorar caminos, carreteras, puentes y dar solución a los servicios básicos para muchas de las comunidades y colonias de nuestros municipios”. Insistieron en conferencia de prensa en que “nuestra posición es de respaldo a la iniciativa y venimos a declararnos parte interesada en este proceso de diálogo”. Manifestaron que “no se requiere la privatización, se requiere que la iniciativa privada, aquellos que están con los conocimientos y que cuentan con la tecnología para hacer buen uso de la tecnificación de Pemex, estén incluidos”.
El jalisciense González Márquez llegó escoltado por su guardaespaldas, quien incluso entró armado al recinto de Xicoténcatl y empujó a las reporteras para evitar preguntas de corte religioso que incomodaran al mandatario estatal. Éste nada dijo y literalmente huyó entre las risas de sus homólogos panistas.