■ La afición merece que ante Chivas saquemos la casta, agregó el timonel

“Ya estoy hasta la madre”, dijo Romano sobre su récord sin triunfos con América

■ Las renuncias de Cañedo y Rubén Omar, por lo que escuché, no son definitivas: Insúa

Marlene Santos alejo

Por un instante Rubén Omar Romano, técnico del América, dejó a un lado el discurso formal y abrió la válvula de escape: “¡Ya estoy hasta la madre!, quiero cortarlo –el récord de 18 juegos de liga sin victoria–; no por mí, sino por el grupo”, expresó.

Recordó que el presidente del club, Guillermo Cañedo, dijo la semana pasada que había dos partidos muy importantes: River y Chivas. “Ya cumplimos con uno, falta el otro... No salvaremos la temporada ni nada, pero para el aficionado americanista significa mucho”, resaltó.

Desde que le pidieron no fumar ante cámaras y grabadoras, Romano acorta sus conferencias y ayer en Coapa se le notaba nervioso e irritable. Enfatizó que buscarán imponerse ante el archirrival rojiblanco, sobre todo por los aficionados, que sufren.

Contra River Plate unos 80 mil seguidores de las Águilas abarrotaron el estadio Azteca y “esa afición merece que saquemos la casta y hagamos todo para ganar”.

Sería la única utilidad, pues la victoria “no daría ni para la liguilla. Ya no nos alcanza, pero sí para dar un regalo a la gente que está en todos los partidos, que va (al estadio) y padece”.

Ante la insistencia, sin querer confesó que le preocupa su negra racha y reveló su fastidio por la inverosímil marca para un técnico del máximo circuito de casi 20 partidos sin triunfo.

Romano tiene la esperanza de acabar con esa crisis, y qué mejor que ante el Guadalajara.

Manifestó que en los clásicos las estadísticas quedan a un lado. “Estos partidos hay que jugarlos con mucha determinación, carácter e inteligencia. Así lo hicimos con River”. La noticia buena es que ante Chivas ya contaría con Germán Villa.

También señaló que dos días antes de la derrota contra Pachuca empezó a trabajar con un grupo de motivación.

Del próximo rival, reconoció: “Tiene ventaja importante por los años de trabajo que tiene con algunos jugadores. Cuenta con una base importante, pero en los clásicos puede pasar cualquier cosa... En la liga vamos mal, ¿qué nos queda?: el clásico, ganar y terminar lo mejor posible”.

Federico Insúa inició la última etapa de su recuperación, luego de ser operado de la rodilla derecha en Argentina, por una lesión durante el torneo Interliga.

No teme la anunciada restructuración, pues “tengo contrato por tres años”, además de que “las renuncias de Cañedo y Romano, por lo que escuché, no son definitivas, sino para calmar el mal momento y sacar la presión al equipo”.