Listo en Washington, el museo del periodismo
Ofrece un recorrido histórico e interactivo sobre las diferentes expresiones en el mundo
Ampliar la imagen La portada de que reporta los atentados del 11-S conforma una de las exposiciones permanentes del museo del periodismo que abrirá sus puertas en Washington a partir del próximo viernes Foto: La Jornada
Washington, 8 de abril. El Newseum –el museo de periodismo– abrirá sus puertas aquí esta semana para registrar la evolución del llamado cuarto poder, celebrar a quienes elaboran “el primer borrador de la historia” y ofrecer un amplio panorama del mundo de la información en sus expresiones en publicaciones impresas, radio, televisión y el mundo cibernético.
En una de sus exposiciones permanentes, en cuyo centro se exhibe el pico de la antena de radio y televisión que remataba las Torres Gemelas de Nueva York, se encuentra un mural con unas 150 primeras planas de periódicos de Estados Unidos y el mundo que dan cuenta del atentado del 11 de septiembre del 2001, entre ellas la portada de La Jornada, con la imagen de una torre derrumbándose y el encabezado “¿Quién?”
Los siete pisos del Newseum albergan 14 galerías de exposiciones temporales y permanentes dedicadas a la historia del periodismo, los medios electrónicos, el fotoperiodismo, la noticia internacional y cómo los medios han cubierto sucesos históricos claves, entre ellos la caída del Muro de Berlín y el 11 de septiembre. Además hay teatros con presentaciones audiovisuales –algunas espectaculares–, que en combinación con las exposiciones ofrecen un mosaico de siglos de información desde antes de la invención de la imprenta (el artefacto más antiguo de la colección es una tabla de arcilla con escritura cuneiforme de Medio Oriente, de entre 1255 y 1235 a.C.) hasta las tecnologías cibernéticas de punta.
Una sala dedicada a los periódicos, construida en torno a una colección de cerca de 30 mil ejemplares de distintas publicaciones históricas, traza más de 500 años de periodismo impreso con una selección de primeras planas originales que se pueden revisar junto con miles más accesibles de forma digitalizada en pantallas interactivas. Aquí, por ejemplo, está una primera plana del primer periódico de México, La Gaceta de México, así como Noticias de Nueva España, fechada en enero de 1722. O una plana del Santa Fe Nuevo México, que reporta: “Villa Invades de U.S.”
Otra sala, dedicada a la historia de la información electrónica –radio, televisión e Internet–, explora cómo la tecno- logía transforma al periodismo, con nuevos modelos de redacciones interactivas y “periodistas móviles” (armados no sólo con pluma y papel, sino con cámaras y grabadoras).
No sólo se puede observar el producto de los reporteros, sino mediante todo tipo de exposiciones interactivas –anuncian que es el museo “más interactivo del mundo”– se invita al público a pasar “detrás del escenario para experimentar cómo y por qué se hace el periodismo”.
Una galería interactiva ofrece 48 quioscos donde los visitantes pueden asumir el papel de fotoperiodista, editor, reportero y conductor, junto con unos ocho cubículos donde puede asumir el papel de un “reportero de televisión”: uno elige entre varias opciones de trasfondo como el Capitolio, la Casa Blanca, etc., se pone frente a la pantalla, lee su reportaje y después puede ver en una pantalla de televisión cómo un locutor dice que hay una noticia, vamos con nuestro reportero, y aparece el visitante (al cual se le da un foto y una dirección electrónica donde puede bajar su actuación al llegar a la casa).
También hay estudios de televisión para que un visitante vea cómo se produce un noticiero, y de hecho se transmite desde ahí un programa de entrevistas de ABC News cada semana.
En otra sección hay una pantalla de más de 25 metros de ancho donde cinco proyectores continuamente transmiten varios de los grandes eventos de los últimos años, desde las primeras imágenes de la superficie de Marte, el desastre del huracán Katrina, Bill Clinton declarando: “no tuve sexo con esa mujer”, las Olimpiadas, entre otros.
Todos los días se renueva una exposición con unas 80 portadas de periódicos de todo el mundo, y hay acceso electrónico a otras primeras planas de más de 500 diarios. Una galería contiene la colección más amplia y completa del fotoperiodismo premiado con el Pulitzer, con imágenes famosas y un banco de datos con otras mil imágenes. Por otra parte, hay una sección dedicada a las caricaturas, tanto las tiras famosas, como las editoriales.
En otra exposición permanente está un tramo del Muro de Berlín –original– que mide unos ocho metros de ancho por dos o más de altura, con graffiti. También hay un torre de vigilancia del Muro, acompañada de imágenes de cuando fue derribado.
Una estructura de vidrio de dos pisos de altura es un monumento con los nombres de, hasta la fecha, mil 843 periodistas que han muerto por el desempeño de su trabajo (cada año el museo agregará los caídos del anterior: en 2006 se sumaron 66 y en 2007 fueron 92) donde se incluye, por ejemplo, el nombre de Manuel Buendía de Excélsior, asesinado en 1984. El museo señala que el número total de periodistas que murieron durante la Guerra en Crimea, la Guerra Civil de Estados Unidos, la Primera Guerra Mundial, la Segunda Guerra Mundial y Vietnam combinadas fue 135; el número de periodistas que han muerto en el conflicto en Afganistán e Irak hasta finales de 2007 ya sumaban 143.
También es impactante el automóvil Datsun que manejaba un reportero del Arizona Republic que investigaba la corrupción de altos políticos del estado y sus vínculos con un enorme fraude de terrenos: el auto muestra el impacto de una explosión y un agujero enorme bajo el asiento del conductor, resultado de una bomba que le quitó la vida en junio de 1976.
Por varias partes se destacan frases famosas. “El periodismo es el primer borrador de la historia”, declaró Philip Graham, director del Washington Post. “Dejen que el pueblo se entere de los hechos y el país estará seguro”, dijo Abraham Lincoln. “La primera baja cuando viene la guerra es la verdad”, mencionó el senador Hiram Johnson en 1917. “La libertad de la prensa es garantizada sólo para aquellos que son dueños de una”, afirmó A.J. Liebling, crítico de medios, en 1960. Afuera, a un lado de la entrada principal está un muro en el cual está cincelada la Primera Enmienda de la Constitución, la cual, entre otras cosas, garantiza la libertad de expresión y la de prensa.
El Newseum es manejado por la fundación Freedom Forum y fue financiado por 14 empresas de medios y familias que invirtieron 122 millones para su construcción. Entre ellas están ABC y NBC News, Time Warner, la Annenberg Foundation, el New York Times, Bloomberg, News Corporation, el Knight Foundation, Comcast, Cox Enterprises, Hearst Corporation y más. El museo abrirá sus puertas al público a partir del viernes 11 de abril. Para mayor información: www.newseum.org