■ Caracas asumirá al menos 60% del control accionario de las cementeras nacionalizadas
Solución mutuamente aceptable con Venezuela, desea Cemex
■ Las empresas mexicana, francesa y suiza podrán mantenerse en el país como socias minoritarias
■ El gobierno mexicano protegerá los “intereses legítimos” de compañías nacionales en el exterior
Ampliar la imagen El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, anunció el pasado jueves la nacionalización inmediata de las empresas cementeras asentadas en ese país. En la imagen, el mandatario participa en una reunión con intergrantes de su gabinete en el Palacio de Miraflores, en Caracas Foto: Ap
Ampliar la imagen Vista de la entrada a la planta cementera ubicada cerca del lago Maracaibo Foto: Reuters
Caracas, 7 de abril. El gobierno de Venezuela asumirá el control accionario al menos de 60 por ciento de las cementeras controladas por Cementos Mexicanos (Cemex), Lafarge de Francia y Holcim de Suiza, cuyas empresas podrán mantenerse en el país como socias minoritarias, informó el lunes el ministro de Energía y Petróleo, Rafael Ramírez.
“Se va a abrir la posibilidad de llegar a acuerdos con las empresas para ir a un esquema de control, que puede ser como el que aplicamos en la industria petrolera, es decir, una participación accionaria del Estado como mínimo de 60 por ciento”, explicó Ramírez al salir de una reunión con representantes de Cemex, Lafarge y Holcim.
El objetivo de la medida es “tener un control efectivo de las empresas y coordinar o hacer la estructura de gobierno de las empresas básicas del sector cementero”, señaló el funcionario.
El también presidente de Petróleos de Venezuela (PDVSA) y responsable del proceso de nacionalización de las cementeras anunció que las negociaciones se harán por medio del representante que designe la casa matriz de cada una de las firmas.
El presidente venezolano, Hugo Chávez, anunció el jueves la nacionalización inmediata de las empresas cementeras en Venezuela, decisión que afecta principalmente a la mexicana Cemex, la tercera del mundo en este ramo, la francesa Lafarge y la suiza Holcim. México, Francia y Suiza reaccionaron el viernes a la decisión y solicitaron al gobierno de Venezuela que cualquier medida de expropiación debe ser ajustada a la ley y dar lugar a una indemnización rápida y adecuada.
En Venezuela, Cemex tiene casi 50 por ciento de la producción, mientras Lafarge y Holcim cerca de 25 por ciento cada una. Las tres empresas controlan casi por completo el mercado cementero nacional y, según fuentes de la industria, tienen una capacidad instalada conjunta de 9.1 millones de toneladas métricas anuales.
El gobierno del presidente Chávez nacionalizó el año pasado cuatro multimillonarios procesadores de crudo en la faja petrolífera del Orinoco, así como la telefónica CANTV, la principal empresa de telecomunicaciones, y dos firmas de electricidad en poder de grupos extranjeros.
“Estamos seguros de que en muy poco tiempo podemos ir dando avances en la negociación con estas empresas, la cual vamos a hacer de manera bilateral con cada una”, expresó Ramírez.
El gobierno mexicano apoya a la cementera en negociaciones
En Monterrey, Nuevo León, el Grupo Cemex señaló su disposición al diálogo con las autoridades de Venezuela para encontrar una solución “mutuamente aceptable” para ambas partes, después de que el gobierno del presidente Hugo Chávez dio a conocer el esquema de control accionario de 60 por ciento de las firmas.
A través de un comunicado, Cemex expuso que este lunes los ministros Rafael Ramírez, del Poder Popular de Energía y Petróleo; Rodolfo Sanz, ministro del Poder Popular para la Industria Básica y Minería; William Contreras, ministro del Poder Popular para las Industrias Ligeras y Comercio, y Edith Gómez, ministra del Poder Popular para la Vivienda y Hábitat, se reunieron con representantes de las empresas cementeras de Venezuela.
Durante el encuentro, dijo Cemex, el ministro de Energía y Petróleo, Rafael Ramírez, comunicó a los representantes de la industria cementera la decisión del gobierno venezolano de controlar esta industria a través de un esquema donde el Estado tendría una participación al menos de 60 por ciento, con el control operativo y administrativo, aunque se podrían considerar otras opciones durante un periodo de negociación.
“La intención del gobierno venezolano es llevar a cabo negociaciones con cada una de las empresas cementeras. Para ello se formarán equipos de trabajo de cada compañía, a fin de iniciar las conversaciones con el gobierno venezolano”, explicó la empresa que preside Lorenzo Zambrano.
En tal sentido, dijo el corporativo con oficinas centrales en Monterrey, “Cemex manifiesta su disposición al diálogo con las autoridades para encontrar una solución mutuamente aceptable”. Asimismo, asentó que durante el periodo de negociación, Cemex continuará normalmente con sus operaciones, buscará en todo tiempo velar por los intereses de sus trabajadores “y confía en que cuenta con el apoyo de las autoridades para garantizar la seguridad de su personal y la integridad de sus instalaciones”.
Reiteró que “siempre actuó con total apego a las leyes y regulaciones de Venezuela, y demostró ampliamente su compromiso con sus trabajadores y con el desarrollo del país a través de numerosas acciones en favor de las comunidades venezolanas”.
El gobierno mexicano ha condenado fuertemente la posible toma de activos de Cemex en Venezuela, tras argumentar que no se estarían respetando los derechos de propiedad de ciudadanos mexicanos. Ayer difundió un comunicado de prensa donde afirma que “hará uso de todos los medios a su alcance para proteger los intereses legítimos de empresas mexicanas en el exterior”. En el caso de Cemex, asegura que “continuará con los contactos con las autoridades venezolanas” para apoyar a la cementera nacional durante el proceso de negociación, “en la construcción de una solución mutuamente satisfactoria”.