■ Experta afirma que el grano forrajero se mezcla con el nacional
México debe cuidar la producción de maíz para consumo humano: UNAM
El Programa Universitario de Alimentos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) consideró que con el ingreso de semillas transgénicas al país el gobierno debe cuidar más la tierra y los alimentos naturales que se producen en el suelo nacional, por lo que no debe abandonarse la producción del grano para consumo humano, con el fin de privilegiar los usos industriales y ganaderos.
Precisó que México es autosuficiente en la producción de maíz blanco para el consumo humano, con 20 millones de toneladas anuales. Agregó que ese grano es el cultivo más emblemático del país y está identificado con la biodiversidad nacional, toda vez que representa muchos alimentos cultivados en la milpa, es la base de la economía rural y de la nutrición familiar, además es fuente básica para la industria.
La coordinadora del programa, Amanda Gálvez, detalló que 70 por ciento del maíz que se produce en Estados Unidos es transgénico, resistente a insectos y con tolerancia a herbicidas, de los cuales aún se desconocen sus efectos a largo plazo en el consumo humano, “porque no se han otorgado permisos para hacer experimentos”.
Alertó que ante las posiciones que “enaltecen” la producción y consumo de maíz transgénico, esta semilla no es más barata que las nacionales –con un registro de aproximadamente 62 variedades criollas– ni están adaptadas para los microclimas mexicanos.
No obstante lo anterior, detalló que de Estados Unidos se importan alrededor de 7 millones de toneladas de grano forrajero, con un alto porcentaje de transgénicos para el consumo del ganado, entre otros usos, pero cuando hay un superávit de la gramínea, se mezcla con el producto nacional.
La experta en alimentos manifestó que se tiene que defender y fortalecer la producción del maíz nacional, con mejores precios, así como darle valor agregado al formar parte de la economía nacional, con apoyos al agricultor y fondos para levantar este cultivo, y con ello aprovechar al máximo la diversidad natural.
Consideró que los mexicanos deben regresar a los productos tradicionales de consumo, como la tortilla y el frijol, porque la comida moderna basada en pizzas y hamburguesas, harinas y azúcares refinados provocan diabetes y obesidad y son una de las causas por las que el 70 por ciento de la población nacional presente sobrepeso u obesidad.