■ La cifra representa 46 por ciento menos de los que hubo en 2007
En lo que va del año se han cometido 16 asaltos bancarios, informa Seproban
Ampliar la imagen Los asaltos bancarios se han reducido en comparación con años anteriores. En la imagen, uno de los boquetes por los que se intentó ingresar a una sucursal bancaria en avenida Montevideo Foto: Alfredo Domínguez
En lo que va del año se han cometido 16 robos contra bancos en el Distrito Federal, informó la Secretaría de Seguridad Pública local. Este número representa 46 por ciento menos en relación a 2007 y el promedio más bajo en los cuatro años recientes, de acuerdo con cifras de Seguridad y Protección Bancaria (Seproban), organismo dependiente de la Asociación de Bancos de México.
Durante 2007 se registraron 30 eventos de este tipo en el primer trimestre, mientras que en 2006 fueron 26 asaltos.
En tanto, en 2005 se contabilizaron 27 casos, cifra 40 por ciento mayor a la que se reporta en este 2008.
De acuerdo con la SSPDF, estas cifras a la baja en la ciudad de México van al contrario de lo que ha sucedido a nivel nacional, en donde la Asociación de Bancos de México (ABM) ha reportado un incremento de los asaltos a sucursales durante el año pasado.
La dependencia informó que los resultados de este primer trimestre se han logrado a pesar de que en la ciudad de México durante 2007 creció 160 por ciento el número de sucursales bancarias en relación con 2006, para sumar mil 690 establecimientos; ello se generó por la incorporación de más instituciones crediticias o nuevas sucursales del sistema bancario como son Bancoppel, Banco Azteca y Banco de Ahorro Famsa.
En este año, las instituciones que se han visto más afectadas de enero al 31 de marzo han sido Banorte, con cuatro casos; Banamex, con tres, e Inverlat y HSBC, con dos cada uno. En esta incidencia influye el número de sucursales que tiene cada institución de crédito y su horario de servicio al público.
Entre las medidas adoptadas, la policía capitalina ha hecho una identificación y seguimiento del modus operandi de los delincuentes, entre ellas la difusión de carteles con los rostros de los asaltantes en el sistema de monitoreo de los bancos.
Estos recursos permitieron la captura de Carlos Arturo Ramírez Vargas, mejor conocido como El Alacrán, quien había cometido varios asaltos bancarios.