■ Se fortalecieron la venta de drogas y el tráfico de indocumentados
Más crímenes ligados a mafias, el legado del edil saliente de Cancún
■ Acumuló el funcionario propiedades valuadas en millones de pesos
Ampliar la imagen El alcalde saliente de Benito Juárez (Cancún), el priísta Francisco Alor Quesada, enfrenta acusaciones por presunto enriquecimiento ilícito Foto: José Luis López Soto
Cancún, QR, 6 de abril. El presidente municipal de Benito Juárez (Cancún), el priísta Francisco Alor Quesada, termina su gobierno con una ciudad llena de baches, sin avenidas nuevas ni paraderos de autobuses, y asolada por los asesinatos perpetrados cotidianamente por cárteles de la droga y traficantes de indocumentados.
En el trienio que concluirá el 9 de abril se dio muerte al jefe de estado mayor de la policía preventiva, Wilfrido Flores Saucedo, y al comandante de grupo táctico Elías Martínez Góngora; además se perpetró un atentado fallido contra el ex comisionado policial Adrián Samos Medina.
Raúl Poveda, administrador de la zona de tolerancia de Cancún, conocida como Plaza 21, afirmó que Alor y sus policías obtienen “por debajo de la mesa” alrededor de 15 millones de pesos mensuales por protección al narcomenudeo y a más de 600 prostíbulos.
A siete meses de llegar a la alcaldía, Alor adquirió tres propiedades en Valladolid, Yucatán, valuadas en aproximadamente seis millones de pesos. Dos predios están en el centro urbano de Valladolid, y el tercero es un rancho colindante con un domicilio a nombre de su esposa, Rubí Peniche, en el fraccionamiento Residencial Campestre del Pedregal, también en territorio vallisoletano.
Alor también ha sido señalado como propietario de dos departamentos en el desarrollo Bay Grand View, y de otros inmuebles en Cancún.
El 10 de marzo los ex diputados locales panistas Maribel Villegas y Marcos Basilio denunciaron al edil por enriquecimiento ilícito ante la Procuraduría General de la República, con apoyo de todos los integrantes de la fracción del Partido Acción Nacional del Congreso de Quintana Roo, que terminó funciones el 24 de marzo.
Esta querella se suma a un reporte de la cuenta pública 2005, emitido por el Órgano Superior de Fiscalización de la Legislatura local. El informe atribuye a Francisco Alor un presunto desvío de casi 5 millones de pesos.
La denuncia panista detalla que mientras el salario de Alor Quesada asciende a 100 mil pesos mensuales, existen evidencias de que posee en Valladolid y Cancún inmuebles valuados en más de cinco.
Se menciona a la esposa del alcalde saliente y a varios de sus colaboradores, como el tesorero José Ascencio, como su presunto prestanombres y compadre.
El edil también tiene una relación de compadrazgo con el gobernador Félix González Canto, quien junto con su esposa, Narcedalia, apadrinó los 15 años de Mariana y Paola Rubí, hijas del Alor.
Según los panistas, el alcalde usó en beneficio propio y de su familia fondos del ramo 33 y de la zona federal marítimo-terrestre.
En respuesta, Francisco Alor ofreció comparecer “ante la instancia que me requiera” para aclarar su patrimonio.
Entre las presuntas propiedades del munícipe mencionadas por los panistas destacan cuatro terrenos en la supermanzana 17 y una vivienda en la Calle Beta, todo con valor de 2 millones 360 mil pesos, cuando el alcalde antes sólo tenía una vivienda en Avenida del Sol.
Añadieron que el alcalde saliente invirtió un millón 840 mil pesos en la compra de un local comercial en la exclusiva Plaza Nichupté, mientras su cónyuge, Rubí Peniche, adquirió el lote 17 de la calle Punta de Piedra, por 750 mil pesos.
A 60 días de la toma de posesión del alcalde, Peniche compró el lote 18 de la calle Piedra de la manzana 4, supermanzana 17, a un precio de 620 mil pesos.