■ La presidenta argentina marcha en París para pedir la entrega de la política secuestrada
Pugna Cristina Fernández por un canje para liberar a Betancourt
■ Pide a gobiernos latinoamericanos que apoyen las gestiones de un intercambio humanitario
■ La madre de la ex candidata presidencial niega que su hija padezca hepatitis y leishmaniasis
Ampliar la imagen Astrid Betancourt (al micrófono), y la presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner (a la izquierda), encabezaron ayer una de las “marchas blancas” que se desarrollaron en 16 ciudades francesas para pedir a la guerrilla de las FARC entregue a Ingrid Betancourt Foto: Reuters
París, 6 de abril. En una marcha por la liberación de Ingrid Betancourt celebrada hoy aquí, la presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner advirtió que la entrega de la política secuestrada por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) debe lograrse mediante un “canje humanitario” de cautivos de la mayor fuerza insurgente colombiana por guerrilleros encarcelados, razón por la que pidió a los gobiernos latinoamericanos que apoyen estas gestiones “en la medida de lo posible”.
La gobernante, que participó en una de las “marchas blancas” celebradas este domingo en 16 ciudades de Francia para reclamar la libertad de Betancourt, destacó la importancia del canje humanitario, aunque subrayó que la recuperación de la ex candidata presidencial “es algo imperioso”.
Además de Betancourt, entre las cuatro decenas de cautivos “canjeables” de las FARC hay policías, militares y tres estadunidenses capturados en 2003 cuando realizaban labores de espionaje para Washington y Bogotá, en el contexto del Plan Colombia, dirigido desde 1999 a combatir militarmente el narcotráfico y la insurgencia.
La guerrilla advirtió el jueves pasado que sólo liberará a Betancourt si el gobierno del presidente Álvaro Uribe excarcela a medio millar de insurgentes, puesto que este año ha dado muestras de su voluntad de avanzar hacia una negociación política del conflicto que data de los años 60, al liberar en enero y febrero a seis ex legisladores, con auxilio del gobierno venezolano.
Unas 15 mil personas marcharon este domingo desde la Plaza de la Ópera hasta la sede de la Asamblea Nacional, en el centro de París, mientras que cientos de personas se sumaron a las manifestaciones en ciudades como Marsella, Estrasburgo, Niza y Toulouse.
En la Plaza de la Ópera estuvo el ministro de Relaciones Exteriores, Bertrand Kouchner; la titular de Justicia, Rachida Dati; la secretaria de Estado para los Derechos Humanos, Rama Yade; el alcalde de París, Bertrand Delanoe; Carla Bruni, esposa del presidente francés Nicolas Sarkozy, y numerosas personalidades francesas de la política y el arte, cuya participación en estas manifestaciones no es usual.
Las concentraciones en París y otras localidades francesas en favor de Betancourt se han hecho cada vez más frecuentes en el último año, impulsadas por comités de apoyo a la liberación de la política de 46 años, quien también tiene la nacionalidad francesa.
“No detendremos jamás estas gestiones”, dijo Kouchner ante la multitud, en referencia a la misión de auxilio médico enviada esta semana por Francia, con respaldo de España y Suiza.
“Ingrid debe ser liberada lo antes posible”, dijo Carla Bruni de Sarkozy, quien aseguró que “me ha afectado enormemente” la situación en la que se encuentra la política colombiana, que antes de ser secuestrada por las FARC en plena campaña proselitista en febrero de 2002, fue representante (diputada) y senadora en el Congreso colombiano.
Las “marcha blancas” ocurrieron al final de una semana en la que circularon diferentes versiones sobre el estado de salud de Betancourt, según las cuales padece hepatitis B y leishmaniasis, una enfermedad tropical cuyos síntomas son la formación de úlceras e inflamación del hígado.
Testimonios difundidos por medios colombianos en las dos últimas semanas han dado cuenta de que las FARC tienen escondida a Betancourt en la zona selvática de la provincia de San José del Guaviare, en el sureste de Colombia, cerca de la frontera con Venezuela.
Yolanda Pulecio, madre de Ingrid, negó hoy en Bogotá que su hija sufra esas enfermedades y dijo tener información de que tiene amibiasis, colon irritable y gastritis, lo que le impide alimentarse correctamente.
Al terminar el recorrido en el edificio de la Asamblea Nacional francesa, el Palais Bourbon, Fernández de Kircner volvió a hablar ante la multitud para subrayar que además de reclamar la liberación de Betancourt, “no abandonaremos la lucha por los derechos humanos hasta que el gobierno colombiano comprenda que las operaciones militares deben cesar para solucionar este problema”.
La presidenta apuntó también que en su reunión de este lunes con Sarkozy discutirá “el tema del canje humanitario”.
Sarkozy fortaleció el martes pasado su participación en la búsqueda de un mecanismo para la liberación de Betancourt al enviar un mensaje al líder de las FARC, Manuel Marulanda, en el que pidió específicamente la liberación de Betancourt.
Dos días después, el canciller de las FARC, Rodrigo Granda, respondió que la liberación sólo se hará mediante el canje.