■ En Ecuador no existe cargo contra ella, esperan que en México se le trate igual
Piden los padres de Lucía Morett que se le garanticen seguridad y libertad
■ En misiva a la SRE destacan que debe recibir el estatus de víctima y testigo protegida
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Lucía Morett convalece en Ecuador de las heridas sufridas en el ataque al campamento de las FARC; en su cabecera, las fotos de sus compañeros muertos
Foto: Ap
Lucía Andrea Morett Álvarez, la estudiante mexicana sobreviviente al ataque del ejército colombiano contra las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en Ecuador, regresará a México sólo si el gobierno de Felipe Calderón le garantiza formalmente su plena seguridad física, emocional y su libertad, aseguran sus padres.
En un documento que hicieron llegar a la Secretaría de Relaciones Exteriores, Jorge Morett y María de Jesús Álvarez señalan que “sin proponérselo ni desearlo” su hija se encuentra en medio de un conflicto regional “y es testigo especial de delitos penados internacionalmente, por lo que su vida corre peligro, ya que hay intereses poderosos para que permanezca callada”.
Inclusive desde México hay “desinteresadas” denuncias ciudadanas, vertidas irresponsablemente desde diversos sectores. Como ejemplo, los padres de Lucía, egresada de la Facultad de Filosofía de la Universidad Nacional Autónoma de México, mencionan las declaraciones del ex canciller Jorge Castañeda en contra de los mexicanos que se encontraban en el campamento de las FARC bombardeado por la milicia colombiana, ataque en el que perdieron la vida cuatro de ellos.
La misiva que se envió a la titular de la SRE, Patricia Espinosa Cantellano, es una respuesta relativa al ofrecimiento de protección consular. Morett y Álvarez subrayan que en Ecuador “no existe ningún cargo en contra de Lucía y además se le considera víctima; (solicitamos) que en México se le trate igual, ya que no puede ni debe haber en la Procuraduría General de la República ningún proceso judicial en su contra. Requerimos que en México se le otorgue una figura similar a la de víctima y testigo protegido, como la que tiene en este país (Ecuador) para que le garanticen su seguridad e incluso su vida”.
Patria querida
Los paterfamilias hacen ver a la canciller que su hija salvó milagrosamente la vida, por lo que exigen se realicen las acciones pertinentes de parte de la autoridad para que la conserve y para que se reincorpore a sus actividades cotidianas. “Si esa confianza se nos brinda plenamente, tenga la plena seguridad de que volveremos a nuestra querida patria tan pronto como nuestra hija esté en condiciones de retornar.”
En la carta destacan de manera positiva el viraje en la actitud y preocupación del gobierno federal para ya no hacer énfasis en la pregunta de qué estaban haciendo los cinco estudiantes mexicanos en el campamento de las FARC, y que ahora se orienta a la defensa de los derechos de los connacionales.