■ El gobierno velará por intereses de empresas mexicanas en el exterior: Gerónimo Gutiérrez
Defiende el embajador de Venezuela la nacionalización de la industria cementera
■ Chaderton descartó que la medida pudiera afectar normalización de las relaciones con México
Ampliar la imagen El embajador de Venezuela en México, Roy Chaderton Matos, en febrero pasado Foto: Cristina Rodríguez
El embajador de Venezuela, Roy Chaderton, defendió ayer la decisión de su gobierno de nacionalizar la industria cementera, al destacar que se trata de una medida legal tomada en el marco de su soberanía nacional.
No se trata, puntualizó, de una toma compulsiva, violenta o agresiva de instalaciones y haberes, sino de un proceso que se realizará con apego al marco constitucional y negociando con las empresas involucradas.
Debido a lo anterior, descartó que la estatización de las cementeras pudiera afectar los esfuerzos que se han hecho en los últimos meses para restablecer y normalizar las relaciones diplomáticas entre su país y México, afectadas durante el sexenio de Vicente Fox.
Roy Chaderton fue entrevistado por este diario luego de la reunión que sostuvo al mediodía con el subsecretario para América Latina de la SRE, Gerónimo Gutiérrez, quien por su lado solicitó al embajador transmitir la preocupación del gobierno de México por la información conocida hasta ese momento respecto a la nacionalización, ya que pudiera afectar los intereses de una empresa mexicana con operaciones de larga data en el país sudamericano.
En dicho encuentro, el subsecretario reiteró que el gobierno velará por los intereses legítimos de las compañías mexicanas en el exterior.
Al referirse al diálogo que tuvo con el subsecretario Gerónimo Gutiérrez por espacio de una hora, Roy Chaderton puntualizó que fue un encuentro cordial en el que expresó las razones de la estatización de la industria cementera.
Señaló así que ésta es una medida legal, tomada por un gobierno legal, constitucional y democrático que necesita gobernar para la mayoría de los venezolanos.
Refirió que su país tiene un plan de vivienda monumental que necesita adelantar, pero el cemento que se está produciendo actualmente no alcanza para satisfacer la necesidad de casas-habitación. De ahí que se haya tomado la determinación de nacionalizar la industria.
Frente a las críticas que la medida ha generado en México, recordó que su gobierno recientemente estatizó dos grandes compañías de capital estadunidense relacionadas con la electricidad y la telefonía; que hubo negociaciones con los propietarios para fijar la indemnización y que al término de éstas no se registró ninguna protesta del gobierno de George W. Bush.
Atribuyó el hecho a que la Casa Blanca aceptó que los derechos de los empresarios fueron reconocidos por el gobierno venezolano en el pago de la compensación correspondiente.
Puntualizó además que su país tiene un historial impecable en materia de deuda. Ni siquiera cuando se presentó la crisis de 2003 derivada de golpe de Estado y el sabotaje petrolero se dejó de pagar el débito externo y tampoco hubo ningún retraso.
El diplomático expuso que su país está ejerciendo soberanía; tomando las decisiones económicas y políticas que debe tomar, pero por otro lado “no estamos agrediendo a nadie”.
Durante la entrevista, sostuvo que el encuentro con el subsecretario se desarrolló en un ambiente propicio para seguir trabajando día a día a favor de la relación bilateral.
De hecho insistió en que la nacionalización no debería afectar el vínculo diplomático, sobre todo porque ahora se inicia el proceso de negociación dentro de la ley. Añadió en este sentido que se cuenta con la experiencia de las empresas de Estados Unidos, sin que se haya presentado ninguna queja.