■ Reconoce Aguiar Retes que la Iglesia católica se ha beneficiado de los acercamientos
Narcos piden orientación a obispos: CEM
■ Proponen una ley que proteja la identidad de quienes desean realmente “dejar ese oficio”
El presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Carlos Aguiar Retes, confirmó que narcotraficantes se han acercado recientemente a altos jerarcas de la Iglesia católica, no necesariamente en confesión, para solicitar “orientación y consejo”, con el fin de cambiar su estilo de vida.
Como parte de estos acercamientos entre “obispos y narcotraficantes”, el prelado sostuvo que la Iglesia católica también ha salido beneficiada, toda vez que los integrantes de estos grupos delictivos en general “han sido muy generosos (con la dotación de infraestructura a sus comunidades de origen) y muchas veces también construyen templos o una capilla. Eso es verdad.
“En algunos pueblos muy alejados en la Sierra, donde ni el gobierno tiene recursos para actuar, los narcotraficantes hacen obras muy significativas para la comunidad. No los estoy justificando, simplemente estoy señalando la evidencia”, manifestó.
El prelado se pronunció en favor de una ley –similar a la que opera en Colombia con los desertores de las FARC– para proteger la identidad de los narcotraficantes que deseen “dejar ese oficio.
“Creo que podríamos convertir muchos más narcotraficantes de lo que nos imaginábamos a un cambio de vida si tuviéramos una colaboración, en donde una legislación protegiera a quienes quieren realmente dejar ese oficio”, matizó.
Mensaje de cuaresma
Al cierre de los trabajos de la 85 asamblea plenaria de la conferencia, Aguiar Retes detalló que el reciente acercamiento de jerarcas católicos con presuntos miembros de grupos delictivos, tuvo lugar luego del pronunciamiento de la CEM con motivo de la cuaresma, donde la Iglesia católica exhortó a los narcotraficantes a rectificar el camino.
“En nuestras declaraciones –emitidas el mes pasado– se hace un llamado a los narcotraficantes, para que aquellos que son católicos se planten delante de Dios y puedan rectificar.
“Comentando con algunos obispos, podemos decirles –aquí no rompo ningún secreto porque no les voy a decir nombres de obispos ni de narcotraficantes— que hay quienes se han acercado y pedido orientación y consejo sobre cómo cambiar su vida.
“Es interesante que lo sepan: después de este pronunciamiento de cuaresma hemos tenido testimonios de algunos, ojalá fueran muchos, que sí se sintieron tocados por el llamado y espero que siga para muchos otros”, abundó.
Apuntó que el sacerdote al recibir a alguien en confesión debe guardar absoluto silencio, sin embargo, aclaró, “no digo que hayan ido todos estrictamente en el sacramento de la reconciliación de la penitencia, pero sí en un acercamiento en donde saben de la discreción que se va a guardar.
“Lo que quieren es encontrar paz en su conciencia y evidentemente lo que siempre van a encontrar en nosotros es una respuesta muy clara y tajante: cambio de vida. Eso es muy difícil para ellos debido a que, precisó, los narcotraficantes no perdonan” el retiro o salida de alguno de sus integrantes.