En Nueva Poza Rica —en la frontera entre México y
Guatemala, en el sur de Chiapas—, dentro de la micro
región fronteriza selva, convergen comunidades tzotziles,
tzeltales y kanjobales. Ahí se encuentra el Centro Cultural
y de Desarrollo Comunitario para Jóvenes La Ceiba.
Este centro, fundado y administrado por la organización
civil Capacitación, Asesoría, Medio Ambiente y
Defensa de los Derechos a la Salud (CAMADDS), vincula
a jóvenes de las comunidades campesinas e indígenas del
área con actividades artísticas, como el teatro, y con la
promoción de los derechos sexuales y reproductivos.
Estos jóvenes multiplicadores —denominados así por
ser los encargados de replicar la información recibida en
La Ceiba en sus escuelas y comunidades—, que suman
ya 60, difunden los conocimientos en su lengua natal
—tzotzil, tzeltal o kan jobal— para acercar los temas a la
población en general.
Fernando Martín, responsable del proyecto, explica:
“Estos jóvenes se capacitan para que después den la información
a sus compañeros, de joven a joven, que es nuestra
estrategia, pues creemos que es mucho más efectiva que
darla nosotros. Esto surgió al ver que la gente no se acerca
a las pláticas informativas, menos aún los jóvenes. Por eso
se pensó que fueran ellos mismos quienes se acercaran a
otros jóvenes y lograr un mayor impacto”.
La información de La Ceiba se difunde a través de
actividades culturales, como muestras de bailes y obras
de teatro o teatro guiñol que tratan la temática de sexualidad,
derechos sexuales y reproductivos, VIH/sida y equidad
de género.
En el año 2007 presentaron el proyecto Fortalecimiento
de los jóvenes líderes indígenas multiplicadores de la
micro región fronteriza selva en el estado de Chiapas,
que recibió apoyo económico de la Fundación Pfizer, lo
que les ha permitido ampliar las actividades a 15 escuelas
y 18 comunidades, incorporando algunas primarias y
pudiendo ayudar a los jóvenes a acercarse a La Ceiba con
el pago de transporte, así como la producción de materiales
para maestros de las escuelas de la zona.
Con la petición de escuelas para que estos jóvenes
multiplicadores se acerquen a otras comunidades y capaciten
a más jóvenes, La Ceiba continúa vinculando a las
expresiones artísticas con las temáticas de los derechos
sexuales, para que la información sea accesible a la gente
en su propio idioma.
(Leonardo Bastida Aguilar) |