■ “Nuestra influencia cambió, no disminuyó”: secretario de Estado para el Hemisferio Occidental
“Estamos de regreso” en AL, asegura la diplomacia de EU
■ Washington, dispuesto a trabajar con todos los gobiernos del área, sean “de izquierda o de derecha”
■ La atención dada a otras partes del mundo abrió espacios en la región para un líder como Chávez
■ Promover el desarrollo con una “agenda social”, eje de la política en la zona, dice Thomas Shannon
Ampliar la imagen Al continuar sus campañas proselitistas, los precandidatos demócratas que buscan postularse a la elección presidencial estadunidense, Hillary Clinton y Barack Obama, asistieron a la 38 convención de la central obrera AFL-CIO, la agrupación laboral más importante del país. La ex primera dama pronunció un discurso el pasado día primero, mientras el senador habló ante los sindicalistas ayer; el acto se desarrolla en Filadelfia Foto: Reuters
Nueva York, 2 de abril. El gobierno de George W. Bush reconoce que los principales desafíos para América Latina ahora son sociales, considera que el espacio de maniobra de Venezuela es cada vez más reducido en la zona y que los cambios iniciales en Cuba tienen que ser más extensos, informó hoy el principal jefe de diplomacia estadunidense para las Américas.
En un amplio resumen de los logros y retos de Washington en el hemisferio, Thomas Shannon, secretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental, dijo que el eje central de la política hacia América Latina del gobierno de George W. Bush es la promoción del desarrollo económico con una “agenda de justicia social”. Afirmó que “queremos ser parte de la solución, no del problema”.
Su objetivo, indicó, es establecer una relación más permanente con base en un consenso general sobre la democratización y la apertura económica. Hoy, añadió, “Estados Unidos y América Latina en verdad pueden superar nuestra historia reciente” y trabajar conjuntamente sin los obstáculos de “la retórica y la ideología” del pasado. Subrayó que Washington ha demostrado estar dispuesto a trabajar con todos los gobiernos de la región sin importar si “son de izquierda, de derecha o centristas”, siempre y cuando “estén comprometidos con la democracia”.
“No es que nuestra influencia haya disminuido, más bien, ha cambiado”, resumió Shannon en una presentación ante representantes del sector privado y diplomáticos patrocinado por el Consejo de las Américas/Americas Society en esta ciudad.
Venezuela, Cuba, Colombia...
Sobre el tema de las relaciones con el gobierno de Hugo Chávez –que no incluyó en su discurso–, Shannon explicó que durante años varios gobiernos de la región estaban enfocados más en procesos internos y Estados Unidos se dedicaba a asuntos en otras partes del mundo, como el caso de Irak, y con ello “se creó mucho espacio en América Latina… se creó una enorme oportunidad para articular una visión” para un líder como Chávez, apoyado por los recursos de su país.
“Ese enorme espacio ahora se está encogiendo”, afirmó Shannon, al señalar que Argentina, Brasil, Perú, Chile, Colombia y México están más activos en las políticas regionales, y “nosotros estamos de regreso”. Por lo tanto, “ese espacio que Venezuela intentó ocupar ahora se está cubriendo”.
Shannon dijo que eso “es positivo para la región, y también para Venezuela”. En ese país, indicó, hay cada vez más problemas internos que requieren de la atención del gobierno y esto resaltó en el referéndum, donde aunque se expresó que existe un amplio acuerdo con la visión social de Chávez, quedó en evidencia la demanda de una mejor aplicación y manejo gubernamental de esas políticas.
Reiteró que “estamos preparados para trabajar con ellos, si ellos desean trabajar con nosotros”, y recordó que hay una amplia relación y larga historia de cooperación entre Venezuela y Estados Unidos.
Señaló que con Venezuela, como con algunos otros países de la región, se necesita “superar el sentir antiestadunidense instintivo” para promover un diálogo político sobre la base de intereses mutuos y “responsabilidad compartida”.
En cuanto a Cuba, dijo que los cambios recién anunciados son bienvenidos, ya que “cualquier apertura en una sociedad cerrada” es “algo bueno”, pero afirmó que se requiere de “cambios más rápidos y audaces”. Lo más importante es que el gobierno cubano “inicie un diálogo con su propio pueblo”, agregó.
“El régimen cubano sigue usando las viejas formas de control”, sostuvo, y mencionó que se necesitan pasos como la liberación de los prisioneros políticos para “reducir el temor” y con ello iniciar un diálogo, al permitir un espacio para interlocutores con el gobierno como otras experiencias de transición, y mencionó el caso de Nelson Mandela en Sudáfrica, y el de Lech Walesa en Polonia.
“El futuro de Cuba debe ser democrático” y eso permitiría su regreso al “sistema interamericano” político y comercial. A la vez advirtió que en Cuba “el cambio será decidido por el pueblo cubano… no por los de afuera”.
Respecto de los rehenes en Colombia, Shannon reiteró el apoyo de su gobierno a Álvaro Uribe en “su intento por lograr un acuerdo humanitario”, y “apoyamos el papel de terceros países” hacia este objetivo. Pero, advirtió que “ese papel, para ser exitoso, tiene que ser realizado con la bendición del gobierno colombiano”.
A la vez, calificó el propuesto acuerdo de libre comercio con Bogotá como “más que un acuerdo comercial; es una alianza estratégica entre Estados Unidos y Colombia”.
Sobre la crisis en Argentina, en comentarios posteriores con periodistas, dijo que aunque el gobierno de Cristina Fernández enfrenta desafíos internos, descartó que esté en riesgo político.
Afirmó que el hemisferio está caracterizado ahora no sólo por un compromiso con la democracia en el sentido estrictamente político, sino “también en lo económico y lo social… en donde todos los miembros de la sociedad son incluidos”.