■ La falta de voluntad política de las autoridades propicia los problemas, aseguran
Campesinos y sindicalistas denuncian la incapacidad del gobierno para dialogar
■ Si el Presidente preguntara a sus colaboradores qué han resuelto, la respuesta sería: nada
Organizaciones campesinas y sindicales señalaron ayer que “ni siquiera ha empezado el diálogo” con el gobierno de Felipe Calderón, que no se ha logrado establecer una mesa de negociación para tratar las demandas planteadas por estos sectores y que están en una “tregua” en espera de que se les respondan sus precondiciones para sentarse a resolver los conflictos.
Dirigentes que conforman el Movimiento por la Soberanía Alimentaria y Energética, los Derechos de los Trabajadores y las Libertades Democráticas, sos- tuvieron la tarde de ayer una reunión con los titulares de las secretarías del Trabajo, Agricultura y Economía, así como un representante de Gobernación y de nueva cuenta no hubo avances.
Inclusive se les preguntó a la salida de la reunión si no los estaban “chamaqueando” o si estas dependencia no estaban jugando con ellos, a lo que Max Correa, respondió que “de ninguna manera vamos a permitir que jueguen con el movimiento”, los planteamientos son serios y si no se resuelven con diálogo será con movilización.
“Les dimos una tregua”, dijo el representante de la Confederación Nacional Campesina (CNC), Alejandro Suárez, y agregó que no hay avances y que lo que quieren son respuestas concretas a asuntos que han estado demandando desde hace mucho tiempo y exigiendo y a problemas recurrentes. Queremos “contundencia”, sostuvo.
Dijo que los secretarios sólo escucharon sus demandas y que en tanto se pongan de acuerdo para responderlas, las organizaciones seguirán movilizándose.
Max Correa, de la Central Campesina Cardenista, informó a su vez que en la reunión de ayer denunciaron que la Secretaría de Gobernación giró una instrucción para cancelar cualquier trámite y gestión de las organizaciones campesinas ante la Secretaría de Desarrollo Social y cualquier otra dependencia, lo que significa un doble diálogo del gobierno. Esto se interpreta como un instrumento de presión y “coacción para que las organizaciones acepten las propuestas del gobierno en esta mesa de diálogo”.
Ante ello, el secretario del Trabajo señaló que no se impedirá la gestión de las organizaciones campesinas, por lo que van a esperar que ese ofrecimiento también se cumpla y no obstaculice ninguna acción para acceder a los programas del campo. El gobierno tiene el balón en su cancha, para responder las precondiciones para instalar formalmente una mesa de diálogo.
Puntualizó que las precondiciones que piden para negociar con el gobierno son la firma del adendum del Acuerdo Nacional para el Campo, la publicación de las reglas de operación de Sagarpa y otros 10 puntos más.
Por las organizaciones obreras habló el secretario del exterior del Sindicato Mexicano de Electricistas, Fernando Amezcua; comentó que “el diálogo está en cero”, y que si el presidente Calderón les preguntara hoy mismo a los secretarios qué han resuelto de los asuntos con los campesinos y obreros, tendrían que responder “nada”.
Expuso que entre las precondiciones para sentarse a negociar está resolver varios conflictos sindicales, como el minero. Insistió en que varios de estos problemas que son del sector obrero, están derivando en conflictos de carácter político y se han dejado crecer. Planteó que para las organizaciones sindicales es claro que hay “falta de voluntad política” para resolver y que ellos asisten a estas reuniones con ánimo negociador y para que luego no los inculpen como intransigentes.
En tanto, Rafael Galindo, dirigente de la Central Campesina Independiente (CCI), dijo que el gobierno federal no tiene voluntad política para acordar y negociar, ya que el documento de respuesta que envió hace algunos días el secretario del Trabajo, Javier Lozano, refleja poco interés de las autoridades para resolver los pro- blemas del campo.
Horas antes de acudir ayer a la reunión en la Secretaría del Trabajo para continuar el diálogo con el gobierno –suspendido desde el pasado 6 de marzo–, el dirigente de la CCI sostuvo que las organizaciones campesinas, sindicales y sociales desean construir acuerdos en beneficio de la sociedad rural, pero la respuesta gubernamental es pobre en compromisos.
Con información de Matilde Pérez