■ Es trasladado a una cárcel federal que alberga a ex represores
Cavallo se niega a declarar ante el juez al llegar a Argentina
Ampliar la imagen Ricardo Miguel Cavallo, capitán retirado de la marina argentina, al llegar ayer a Buenos Aires procedente de España Foto: Reuters
Buenos Aires, 31 de marzo. El capitán retirado de la marina argentina Ricardo Cavallo llegó este lunes a Buenos Aires extraditado desde España y se negó a declarar ante el juez Sergio Torres, que lo investiga por decenas de crímenes en la última dictadura (1976-1983), informó una fuente judicial.
Cavallo, conocido como Serpico, está considerado uno de los más sanguinarios represores de aquel régimen y su base de operaciones fue el centro clandestino de detención en la Escuela de Mecánica de la Armada (Esma), por donde pasaron unos 5 mil prisioneros, en su mayoría desaparecidos.
El militar retirado, de 56 años, arribó esposado, con chaleco antibalas y fuerte custodia, al aeropuerto de Ezeiza (sur de la capital), donde se le practicó una revisión médica y luego fue trasladado a tribunales para prestar declaración.
Cavallo escuchó las imputaciones en su contra, junto a su abogado defensor, Alfredo Solari, y luego formuló una “negativa general” a las preguntas que planeaban hacerle el juez y el fiscal Eduardo Taiano.
Posteriormente, Torres ordenó su traslado a la cárcel federal de Marcos Paz (centro-oeste), donde hay un pabellón denominado “de lesa humanidad”, porque alberga a militares y policías y al sacerdote Christian Von Wernich, todos acusados de graves violaciones a los derechos humanos en la dictadura.
Entre otros crímenes, a Cavallo se le acusa de haber participado en las muertes del escritor y periodista argentino Rodolfo Walsh y de la fundadora de la organización de derechos humanos Madres de Plaza de Mayo, Azucena Villaflor.