■ Herrera y Granier expresan que “urgen” cambios constitucionales
Mouriño cabildea la propuesta del Ejecutivo con gobernadores del PRI
Los gobernadores de Veracruz, Fidel Herrera Beltrán, y de Tabasco, Andrés Granier Melo, acudieron ayer a las oficinas del secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, quien les amplió los planteamientos gubernamentales sobre la reforma energética.
Ambos mandatarios priístas coincidieron en señalar la urgencia de dicha reforma, en no oponerse a la propuesta del gobierno tan sólo por provenir del Ejecutivo federal, y en la necesidad de que los estados petroleros sean beneficiarios de la explotación de la riqueza petrolera.
Para el veracruzano, es el momento de impulsar los cambios en este sector, definiendo el momento como el “ahora o nunca”. Sin embargo, consideró necesario garantizar la soberanía energética de la nación, la suficiencia de la energía y buscar las opciones que tiene el país para hacer frente a su problema energético.
Herrera Beltrán agregó que de la conversación con Mouriño se desprendió la petición de analizar la propuesta gubernamental, pero también salió a colación el tema de la postura que han asumido los gobiernos de los estados petroleros de ser incluidos en el contexto de esta reforma.
El veracruzano descartó que la propuesta presentada por el Ejecutivo federal significara incrementar las presiones al PRI para avalar la reforma, pero, añadió, “nosotros no nos vamos a oponer a la reforma nada más porque viene del gobierno, sino a analizarla”.
Por la tarde, en el intenso cabildeo de Mouriño en favor de la reforma, recibió a la dirigencia del Partido Verde Ecologista de México y a Granier Melo, quien partió del supuesto de que el petróleo seguirá siendo propiedad de la nación.
El mandatario tabasqueño destacó que los estados del sur-sureste “siempre hemos dicho que necesitamos una mayor participación –como se planteó en la más reciente reunión de la Conferencia Nacional de Gobernadores–, porque somos los que producimos esta riqueza y buscamos mayores beneficios para nuestras entidades.
Consideró que el petróleo debe mantenerse como propiedad del Estado mexicano, aunque destacó la posibilidad de que algunas compañías privadas pudieran coparticipar sin poner en riesgo la soberanía estatal.