■ Diagnóstico de la Sedeco revela que llegó al límite de su vida útil
La Central de Abasto requiere mil millones para seguir operando
■ Presenta gran deterioro en infraestructura, comunicaciones y vialidad
Luego de 25 años de operación, la Central de Abasto (Ceda) del Distrito Federal enfrenta un gran deterioro en su infraestructura básica y rezago en su modernización tecnológica debido a la falta de recursos y por ende de mantenimiento que por más de dos décadas ha sufrido, lo que hoy hace que sea “urgente y prioritario” inyectarle recursos por mil millones de pesos.
Así lo revela el diagnóstico elaborado por la Secretaría de Desarrollo Económico (Sedeco) y enviado a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), en el cual se precisa que es fundamental asignar ese monto si se quiere frenar el desgaste y que siga funcionando 20 años más este punto de abasto, el más importante del país y de Latinoamérica.
De acuerdo con el documento, la Ceda –que anualmente registra transacciones entre comerciantes y consumidores por más de 8 millones de dólares, según algunos reportes– enfrenta un deterioro paulatino en sus vialidades, instalaciones eléctricas e hidráulicas, drenaje, condiciones de seguridad y limpieza de las naves, bodegas y estacionamientos, así como en el equipo de cómputo utilizado para el apoyo y operación de las áreas de administración, control de casetas de peaje y estacionamientos, lo que se conjuga con años de inexistencia de presupuesto para mantenimiento.
Respecto de las malas condiciones en las instalaciones eléctricas, alumbrado público y luminarias de las vialidades y áreas comunes, el informe de la Sedeco precisa que se debe a que el cableado que dota del fluido eléctrico a gran parte de la Central de Abasto “ha llegado al término de su vida útil”.
No sólo eso. El diagnóstico remarca que los locatarios han efectuado conexiones indebidas, afectando los conductores y alimentadores; hay robo de partes del sistema eléctrico; el azolve y humedad han averiado otras instalaciones; los equipos de distribución y control del alumbrado de áreas comunes es obsoleto, y las luminarias, antiguas.
Y si bien se detallan las acciones que se han realizado para hacer frente a ese panorama, aseguran que “para abatir plenamente tal problemática y hacer eficiente el servicio al 100 por ciento se requeriría la inversión de por lo menos 150 millones de pesos”.
Otro punto que refiere el documento son las filtraciones y humedad en algunas áreas de bodegas, generadas por la falta de mantenimiento e impermeabilización, e incluso, precisa que hoy esos trabajos se requieren en los estacionamientos aéreos del mercado de frutas y legumbres y que implicarían invertir cinco millones de pesos.
Con relación a las vialidades internas y externas, el texto remarca que la intensa actividad vehicular a lo largo de 25 años –al día se presenta una afluencia de 57 mil autos– ha provocado un “gran deterioro” en el asfaltado, y a pesar de las diversas obras de rencarpetamiento y bacheo efectuadas, todavía hay una amplia zona que requiere mejoramiento al 100 por ciento, por lo que se necesitan 500 millones de pesos para concretarlas.
Por lo que hace a la limpieza y recolección de desechos en las 304 hectáreas que forman la Ceda, el diagnóstico de la Sedeco dice que los esfuerzos en esta materia son insuficientes y plantea la necesidad de adquirir y reparar equipo con un costo de 29 millones de pesos, como son camiones recolectores y de volteo, barredoras, grúas, escobas, varas, botes para basura, contenedores e incremento de 30 por ciento de la plantilla de personal de limpieza.
Uno de los problemas graves, según el informe, son las galerías y celdas de cimentación, que se encuentran inundadas y con azolve, lo cual afecta la estructura de la Ceda, y junto con el agua acumulada no sólo incrementa la carga transmitida al suelo, sino existe el riesgo de un corto circuito que deje sin luz a un gran sector de este lugar.
Finalmente, el estudio indica que no sólo el equipo de cómputo tiene un “mantenimiento preventivo y correctivo deficiente”, sino que se cuenta con un sistema telefónico con más de 23 años de antigüedad.
Por todo ello, se plantea un requerimiento presupuestal de 997 millones de pesos para que la Ceda pueda seguir operando los próximos 20 años.