■ Diferencia hasta de 109% entre el CAT más alto y el más bajo, reporta Condusef
Con tarjetas se pagan compras por más de $2 billones al año
■ Esos instrumentos mueven el equivalente a 20.6% del PIB
■ Los plásticos de crédito y débito suman 75 millones, según el BdeM
Ampliar la imagen Distintas marcas de tarjetas de crédito se observan en un cajero automático en San José, California Foto: Ap
A casi 75 millones ascendió al término de 2007 el número de tarjetas de crédito y débito emitidas por los negocios bancarios para realizar compras, el nivel más alto alcanzado hasta ahora en el proceso de bancarización de los medios de pago, indican informes del Banco de México (BdeM).
El importe de las compras pagadas con ambos tipos de tarjetas bancarias, a través de mil 900 millones de operaciones, se elevó a 2 billones 16 mil millones de pesos, y presentó una tasa anual de crecimiento de 14 por ciento. El monto de los pagos realizados con tarjetas bancarias en 2007 fue de una magnitud equivalente a 20.6 por ciento del producto interno bruto de ese año.
Según la información del banco central elaborada con los datos proporcionados por los negocios bancarios, 83 por ciento de los pagos efectuados con este tipo de instrumento, esto es, casi 1.7 billones de pesos, se llevó a cabo con tarjetas de débito, cuyo número se incrementó como resultado de la transformación de las nóminas salariales en cuentas bancarias de depósito de los trabajadores.
Durante los últimos siete años el número de tarjetas bancarias de débito pasó de 32.5 en 2002 a 50.8 millones al término del cuarto trimestre de 2007, lo que representó un incremento de 56 por ciento en este periodo, con un aumento absoluto de 18.3 millones de plásticos bancarios utilizados como medio de pago con cargo a las cuentas de depósito.
Por el lado de las tarjetas bancarias de crédito, los informes del banco de México señalan que al término del año pasado los bancos habían emitido casi 24.1 millones de plásticos de este tipo, 18 por ciento más de los existentes al finalizar 2006, y 276 por ciento mayor al universo de 6.4 millones de tarjetas observado en 2002.
Las tarjetas de crédito constituyen hasta ahora el producto de mayor rentabilidad de la banca comercial en México. Con ellas se realizaron en 2007 unas 393 millones 700 mil operaciones de compra por los consumidores, con un importe de 336 mil 800 millones de pesos, 17.3 por ciento más que el año anterior.
Sólo el importe de las compras pagadas con tarjetas de crédito por los consumidores durante 2007 habría generado un ingreso a los bancos de casi 108 mil millones de pesos, nada más por el cobro de intereses a los deudores a razón de 32 por ciento anual.
La anterior no es más que una conservadora aproximación a la realidad. Según los reportes de los bancos comerciales a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), los ingresos por intereses obtenidos por la banca comercial durante 2007 ascendieron a 383 mil 367 millones de pesos, cantidad 18 por ciento mayor a la del año anterior.
En la tarea de transparentar la información financiera a su cargo, el pasado 28 de marzo el Banco de México informó que “en una revisión reciente de los datos se detectó que algunos bancos reportaban bajo el concepto de “tarjetas utilizadas” (en comercios y cajeros automáticos), el número de “tarjetas emitidas”, por lo que decidió ampliar los requerimientos de información a los bancos, los cuales ahora reportan estadísticas tanto de “tarjetas utilizadas” como de “tarjetas emitidas”.
Así se encontró que de las casi 24.1 millones de tarjetas de crédito que los bancos habían emitido hasta el término de 2007, sólo 74 por ciento habían sido utilizadas, esto es, algo más de 17.9 millones.
En el caso de las 50.8 millones de tarjetas de débito, 27.4 millones de ellas habían sido utilizadas para realizar pagos de consumo por parte de sus titulares, es decir, 54 por ciento del total. El resto, unas 23.4 millones de tarjetas corresponden propiamente a las cuentas de ahorro en sus diversas modalidades.
El banco central informó por primera vez sobre el universo de cuentas a las que corresponden los dos tipos de tarjetas utilizadas como medio de pagos para el consumo de sus titulares.
Los 24.1 millones de tarjetas de crédito corresponden a casi 12.4 millones de cuentas, lo que implica que cada una de éstas ampara a 1.9 tarjetas crediticias de consumo. En tanto que a cada cuenta de débito le corresponden 2.2 tarjetas de este tipo, con las cuales puede realizar compras con cargo a sus depósitos.
■ Crédito hipotecario vencido no es riesgoso
Julio Reyna Quiroz
La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) detectó una diferencia hasta de 109 por ciento entre el costo anual total (CAT) más bajo y el más alto en tarjetas de crédito clásicas o tradicionales.
En el caso de los créditos automotrices e hipotecarios la diferencia es de 4 por ciento, agregó la dependencia.
El CAT agrupa los cargos inherentes a un financiamiento como son intereses, comisiones y cargos adicionales.
La Condusef precisó que en crédito al consumo la tarjeta Efe Clásica de Inbursa se colocó con el CAT más bajo, de 42.82 por ciento, mientras el más alto fue de GE Money con la tarjeta Azul, con 152.58 por ciento.
En los préstamos para la compra de un automóvil, el CAT más bajo lo ofrece Banco Autofin México, con 18.42 por ciento, y el más alto lo da BBVA Bancomer, con 22.50 por ciento.
Respecto al crédito hipotecario, Santander se ubicó con el CAT más bajo de 11.57 por ciento, seguido de BBVA Bancomer, con 12.37 por ciento. Inbursa y HSBC ofrecen el CAT más alto, con 16.41 y 15.65 por ciento.
La Condusef realizó el análisis del CAT en esos renglones porque son productos con alta demanda de parte de los usuarios de servicios financieros.
Detalló que el cálculo del CAT se hizo de “conformidad con la nueva metodología implementada por el Banco de México, además de que el análisis de los datos bancarios permite a los posibles interesados comparar las condiciones en las que cada institución ofrece determinado producto financiero”.
En el mercado existen más de 18.5 millones de tarjetas de crédito, lo que representa el producto financiero más usado, tanto como medio de pago como de sustitución de efectivo, informó la dependencia.
“El crédito hipotecario se ubica en aproximadamente 8.5 millones de contratos y el automotriz en 5 millones”, agregó.
Descartan crisis como la de EU
José María Aramburu Alonso, director general de Análisis de Servicios y Productos Financieros de la Condusef, consideró que la cartera vencida hipotecaria no representa hoy un riesgo para las instituciones financieras o para el sector.
“No creo que la cartera hipotecaria represente un riesgo para la banca o para el sector, ni que pueda repetirse algo similar a lo que sucede en Estados Unidos”, dijo el funcionario.
De acuerdo con datos del Banco de México, la cartera de crédito vencida entre los usuarios de préstamos hipotecarios alcanzó en enero el nivel más alto en 29 meses, a casi 8 mil millones de pesos.
Aramburu Alonso señaló que la cartera vencida hipotecaria está en niveles “controlados”, al ubicarse en 3.5 por ciento del total, mientras la relacionada con el consumo ronda el 6 por ciento. Esos niveles están lejos de ser alarmantes, sostuvo.
Minimizó que en México ocurra una situación de crisis hipotecaria similar a la de Estados Unidos, porque existen circunstancias “totalmente diferentes” y no son “comparables”, según Aramburu Alonso.
Recordó que en el país los bancos otorgan préstamos hipotecarios “a tasas históricas” y con interés fijo, por lo que cualquier cliente que solicite un crédito con una tasa variable es porque así le conviene. Llamó a que las instituciones financieras informen mejor a los clientes sobre diversos tópicos, como los derechos de los usuarios a cambiar de banco. Esa información es la que se necesita difundir entre los clientes, indicó Aramburu Alonso.