■ Omar Rodríguez-López, de The Mars Volta, habló en entrevista sobre su nuevo material

“Grabar The Bedlam in Goliath fue como estar enterrado vivo”

■ Hacer ese disco fue una experiencia negativa; libraba una batalla espiritual y técnica, confesó

■ “Amo México; me siento tan estúpido al tratar de explicar lo que significa ir para allá”

■ La banda forma parte del cartel del Zero Fest, que se llevará a cabo el próximo 12 de abril

Jorge Caballero

Hace un año, el músico Omar Rodríguez-López, piedra angular y cerebro creativo del grupo The Mars Volta, se encontraba de vacaciones en Jerusalén; el cumpleaños de su amigo y compañero musical, Cedric Bixler-Zavala, estaba cerca; Omar decidió darle como regalo una tabla Ouija que encontró en esa fervorosa/religiosa ciudad. En ese entonces Omar y Cedric, junto con los demás integrantes del grupo estaban preparando su nuevo disco; el misterioso y aparente inofensivo obsequio trasformó, de forma imperceptible, el surco musical que The Mars Volta había trazado. El resultado fue el álbum The Bedlam in Goliath, compendio de historias sobre asesinatos de personas enterradas desde tiempo inmemorial y su interacción/influjo con la realidad actual, una enorme lucha por un disco que no quería salir a la luz, que se resistía a habitar este mundo. En entrevista telefónica, Omar Rodríguez-López define The Bedlam in Goliath: “Fue difícil hacerlo, pero de una forma superficial es un disco muy cabrón, sin espacio ni aire. Fue como si estuviera enterrado vivo”.

Prolongando su explicación, Omar Rodríguez-López, dice: “Como seres humanos que estamos en constante cambio, después de ocho meses de terminarlo lo presentamos en vivo y para mí fue una cosa bien positiva que me dio energía… Si tengo que explicarlo es sencillo: somos seres humanos, siempre estamos cambiando, nuestras emociones están cambiando, al momento en que hice The Bedlam in Goliath era una experiencia bien negativa, en la que libré una batalla espiritual y técnica. Cuando lo terminé no me sentía nada bien, no quise hacer entrevistas sobre el álbum, no lo quería escuchar, quería hacer uno nuevo… entonces fuimos de gira y con el tiempo, claro, uno empieza a cambiar, y ahora lo veo como un disco positivo; me siento feliz, contento y doy gracias a Dios que tuve que pasar por esa experiencia que me llevó a un sitio nuevo, me hizo desarrollarme como músico y persona. Tocar las canciones de este álbum en vivo cambió la sensación que me provocó grabarlo en el estudio”.

Con certeza Omar no sabe qué ocurrió en esos ocho meses para que The Bedlam in Goliat fuera de la penumbra a la iridiscencia: “Realmente no sé qué pasó con el disco, aunque creo que es resultado de la misma cosa; lo que entiendo es que sí ha cambiado algo dentro de mí, sí he aprendido algo, y tratar de ponerlo en palabras sería difícil. Sí sé que aprendí muchísimo y que me hizo entender cosas nuevas sobre mí, sobre mi madre, mi padre, mi sangre, sobre mis orígenes, los indios boricuas de mi isla de Puerto Rico”.

–¿Esta reflexión se concretará en otro disco?

–Sí, esta reflexión es el lenguaje que uso en el disco nuevo que estoy grabando ahora mismo, el quinto; en este momento tengo una meditación bien cabrona, se está desarrollando. Será interesante ver lo que sale.

–¿Artísticamente hacia dónde te diriges, en qué momento creativo estás?

–¡Coño!, ahora mismo es una mezcla de cosas, pero lo que estoy sintiendo ahora mismo es como una luz por dentro, y claro que eso puede cambiar, obviamente, pero ahora mismo, en este tiempo... es que pasé tanta oscuridad, tanta pelea dentro de mí cuando hice este reciente disco. Ahora estoy en un ciclo de calma; ahora las cosas están creciendo. Ahora ha salido el sol. Ahora las flores crecen otra vez; por primera vez me estoy dado cuenta de cosas que me habían pasado desapercibidas. Estoy respirando bien, mis sueños son más profundos, al igual que mis conversaciones. Ahora puedo pensar más claro, hacer el amor, platicar con una mujer, lo que sea. Ahora hablo más con mi madre; cuando duermo, duermo bien. Me siento en otra frecuencia. Es como si hubiera regresado de la muerte.

Cita en el Autódromo

El próximo 12 de abril The Mars Volta actuará en la ciudad de México dentro del concierto Zero Fest, en el Autódromo Hermanos Rodríguez. El cartel también incluye a Smashing Pumpkins, My Morning Jacket, My Chemical Romance, The Faint, Bright Eyes y Timo Maas, además de los grupos latinoamericanos Belanova, Miranda, la Gusana Ciega, Jumbo, División Minúscula, Quiero Club, Chetes, Le Baron, Austin TV y Kinky.

Sobre su sensación de visitar México, Omar menciona: “Es nuestra sangre; me siento estúpido al tratar de explicar lo que significa ir para allá. Es una cosa tan profunda, tanto de adentro que me siento estúpido de decirlo. Es que amo a México, amo a su gente, amo la cultura, la forma de hablar, amo el dialecto que usan, los dichos que tienem, todas las cosas pequeñas, todas las cosas grandes, la comida, todo; estoy completamente enamorado de ese país desde los 11 años, cuando nos mudamos a El Paso, Texas, y encontré a mi mejor amigo, Pablo Hinojos, y a todas mis amistades que son mexicanos, mexicano-americanos o como quieran llamarlos. A veces me encuentro hablando como mexicano… hemos tocado unas seis o siete veces en ese país y ha sido una inspiración bien grande; pero tocar allá, las veces que lo hagamos nunca serán suficientes.

“Hace un par de meses viví tres semanas en Juárez, montando otra película, otra producción que estaba haciendo por allá, y es que siempre me enamoro, nunca me quiero ir, siempre digo quiero vivir aquí; realmente no sé cómo explicar cómo siento a mi gente en México.”

–Cuando irrumpió The Mars Volta en la escena musical se le calificó como nuevo fenómeno del rock, ¿ahora cómo lo percibes?

–No, yo no sé nada de eso; esas son explicaciones de otra gente. Fenómeno, no creo, genio tampoco; pero honesto y desde el corazón y del espíritu y completamente apasionado, eso sí: puedo decir que es nuestra música, porque la vivo, sueño esta música, sangro esta música, le hago el amor a esta música.