■ Recomienda al organismo elaborar agenda de riesgos y crear indicadores de desempeño
Auditoría Superior: con Fox, el Cisen no pudo medir el impacto de sus labores
La Auditoría Superior de la Federación (ASF), en el informe de revisión a la cuenta pública 2006, sostiene que el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) careció en el último año de gobierno de Vicente Fox de mecanismos formales de retroalimentación para evaluar el impacto de sus acciones en los objetivos de preservar la integridad, estabilidad y permanencia del Estado, dar sustento a la gobernabilidad y fortalecer el estado de derecho.
El órgano fiscalizador recomendó al Cisen que elabore la agenda nacional de riesgos, con el propósito de que las instituciones del Estado conozcan dónde y cómo se encuentran los peligros.
Entre las sugerencias de la ASF destaca que la definición de indicadores de desempeño, “que permitan evaluar el cumplimiento del objetivo de contribuir a preservar la integridad, estabilidad y permanencia del Estado, y dar sustento a la gobernabilidad democrática nacional”.
En una amplia revisión de las actividades y acciones del Cisen, la Auditoría refiere que éste incumplió obligaciones planteadas en el Presupuesto de Egresos de la Federación.
Por tanto, se “recomienda que el Centro de Investigación y Seguridad Nacional instruya a quien corresponda para que se verifiquen que los indicadores de desempeño incluidos durante la formulación de las metas e indicadores –para ser incluidos en el Presupuesto de Egresos de la Federación– no correspondan a gestiones operativas, en cumplimiento de disposiciones emitidas por la Secretaría de Hacienda”.
Otra recomendación a la dependencia de la Secretaría de Gobernación se refiere a que ésta debería instrumentar mecanismos de control y seguimiento que permitan cumplir las metas que en materia de seguridad nacional se establezcan.
Y es que el Cisen también carecía, a finales de la administración de Vicente Fox, de un plan estratégico para alertar sobre los riesgos y amenazas a la seguridad nacional.
Por ello, dicho centro también debería haber elaborado, desde entonces, el manual de procedimiento para concretar la agenda nacional de riesgos, en cumplimiento de las normas generales de control interno que rigen la administración pública federal.
Con la revisión que concluyó en 2006 a las actividades del Cisen, la Auditoría refiere:
“Realizó tareas de inteligencia sobre situaciones que representaban riesgo para la seguridad nacional, la gobernabilidad y el estado de derecho, así como estudios sobre aspectos políticos, económicos y sociales; sin embargo, la entidad fiscalizada careció de mecanismos formales de retroalimentación para evaluar el impacto de sus acciones en el objetivo de preservar la integridad, estabilidad y permanencia del Estado, dar sustento a la gobernabilidad y fortalecer el estado de derecho”.
Así, de acuerdo con la Ley de Fiscalización Superior de la Federación, se ordenó al Cisen establecer mecanismos de control y seguimiento, instrumentos formales de retroalimentación para evaluar el impacto de las acciones realizadas y seguir las atribuciones establecidas en la Ley de Seguridad Nacional.
Por lo que hace a la comprobación del dinero destinado a seguridad nacional, se especifica que en términos generales se atendieron los ordenamientos legales y las disposiciones normativas aplicables a la naturalaza de las operaciones realizadas.
La ASF considera que, en términos generales, el Cisen cumplió las disposiciones normativas aplicables a planeación, ejecución, aplicación y registro de operaciones establecidas en la Ley de Seguridad Nacional, excepto por los resultados con observaciones.