Usted está aquí: viernes 28 de marzo de 2008 Deportes Opinar sobre política, amenaza que pende sobre atletas en JO

■ La Carta Olímpica incluye sanciones para quien lo haga

Opinar sobre política, amenaza que pende sobre atletas en JO

■ A China no le preocupa el boicot a la ceremonia de inauguración

Agencias

Hamburgo 27 de marzo. Hay una espada de Damocles sobre los atletas participantes en los Juegos Olímpicos de Pekín: serán descalificados si se manifiestan políticamente. Así de clara es la carta olímpica en el artículo 51. Sin embargo, las interpretaciones sobre la aplicación de la medida son diversas.

¿La descalificación significa la pérdida de una medalla como pena más dura o sólo el retiro de la acreditación y la exclusión de los juegos? Inclusive prominentes miembros del Comité Olímpico Internacional (COI) se muestran desconcertados al respecto.

La Carta Olímpica prohíbe “cualquier manifestación política, religiosa o racista, o propaganda, en instalaciones olímpicas”. La cuestión es: un campeón que durante la ceremonia de premiación exhiba una camiseta con la inscripción “Free Tibet” (Liberen al Tíbet), ¿perderá la medalla o sólo será excluido de futuros juegos? Sea cual fuere, la decisión deberá ser tomada por el comité ejecutivo del COI y será vinculante.

La vicepresidenta del COI, la sueca Gunilla Lindberg, no supo aclarar el asunto: “no sé exactamente las consecuencias que traería algo así”.

El alemán Walther Trüger, presidente del Comité Olímpico Alemán y durante 19 años miembro del COI, ofreció su interpretación: “Si un atleta gana una medalla sin violar las reglas de la competición, ya no se le puede quitar la presea”.

En México 68, los velocistas estadunidenses Tommie Smith y John Carlos elevaron desde el podio sus puños al cielo cubiertos con guantes negros. Nacía el black power. Fueron expulsados de inmediato de la villa olímpica, aunque mantuvieron sus medallas.

La semana pasada, durante los campeonatos europeos de natación en Eindhoven, el serbio Milorad Cavic quebró las reglas al vestir en el podio una camiseta con la leyenda “Kosovo es serbio”.

Günter Nooke, responsable de derechos humanos del gobierno germano pidió ir más lejos. “Si el COI otorga la sede de los juegos a países como China o Rusia, entonces debe autorizar a los deportistas a manifestarse políticamente y dejar de amenazarlos con las consecuencias que ello puede acarrear.”

Y en ese sentido parecen ir en los últimos días algunos políticos europeos. Lo hizo el ministro francés de Asuntos Exteriores, Bernard Kouchner, al pedir a los deportistas que sean solidarios con el Tíbet. Lo hizo el primer ministro polaco, Donald Tusk, al confirmar que no tiene “ninguna intención” de asistir a la ceremonia inaugural de los juegos, al igual que Bert Anciuax, ministro de Deportes de la región flamenca de Bélgica.

Y mientras el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy no descarta por completo esta posibilidad, un grupo de atletas de alto nivel de ese país lanzaron hoy una petición al presidente chino, Hu Jintao, solicitándole que se respeten los derechos humanos y no “arruinar los Juegos”.

El gobierno chino, por su parte, negó este jueves estar preocupado por un eventual boicot de jefes de Estado y de gobiernos de otros países a la ceremonia inaugural.

El primer ministro británico, Gordon Brown, rechazó un boicot, al tiempo que el presidente de Perú, Alan García, sostuvo que China es “un sólo territorio” y consideró “sospechoso” que Taiwan y Tíbet hayan entrado o amenacen con entrar en rebeldía cuando Pekín se alista para realizar los juegos.

La policía de la ciudad griega de Salónica, mientras tanto, detuvo esta noche a cuatro activistas pro-tibetanos que pretendían impedir el paso de la antorcha olímpica.

 
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