■ No tuvo recursos para desarrollar tecnología para aguas profundas
Política de desmantelar al IMP relegó a México en investigación petrolera
México se quedó a la zaga en investigación tecnológica para la exploración y explotación de yacimientos en aguas profundas, debido al proceso de debilitamiento del Instituto Mexicano del Petróleo (IMP), brazo tecnológico de Petróleos Mexicanos (Pemex), el cual se ha llevado a cabo en los últimos 25 años, aseguró el especialista Nicolás Domínguez Vergara.
El ex director del proyecto pionero Prospectiva de la investigación y el desarrollo tecnológico del sector petrolero al año 2025, elaborado por el IMP, señaló que el instituto no pudo prepararse en el pasado para satisfacer las necesidades de tecnología para aguas profundas, puesto que los recursos necesarios para la investigación y desarrollo tecnológico los hubiera tenido que proveer internamente.
En entrevista con La Jornada, el investigador recordó que en 1987 se descubrió que el IMP se estaba dedicando a investigaciones de frontera, que en ese tiempo “no le servían a Pemex”, por lo que se consiguió que esos proyectos se transfirieran a la UNAM y al Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del IPN (Cinvestav), entre otras instituciones.
Esta política deliberada para desmantelar al IMP, ha tenido como resultado que en los últimos años haya realizado muchos proyectos de servicios de bajo o nulo contenido técnico a solicitud de Petróleos Mexicanos (Pemex).
Informó que desde su fundación el 23 de agosto de 1965, el IMP empezó sus actividades como organismo público descentralizado. En 1970 era uno de los mejores institutos de Latinoamérica. México capacitaba a científicos y técnicos de Brasil, Ecuador y España. “Era un instituto que era la joya de la corona de la investigación petrolera en Latinoamérica y lo logró en cinco años. Pemex dio financiamiento y se comprometió con el IMP a realizar proyectos de largo plazo. Había financiamiento, proyectos y directivos que entendían lo que era la tecnología y sabían cuáles eran las necesidades de Pemex”.
Sin embargo, a partir de 1982 cuando llegan los gobiernos neoliberales, el IMP ya no obtiene ese financiamiento de Pemex. De hecho, a partir de 1982 empieza una subcontratación del IMP con base en servicios. Todo lo que hacía el IMP se le pagaba como servicios, hasta la investigación básica. Entonces el IMP tenía que buscar sus propios recursos para realizar sus investigaciones. De esta manera, el instituto no tuvo el dinero para hacer las investigaciones en aguas profundas.
Explicó que todavía en 1993 el IMP tenía 389 patentes vigentes, de las cuales 64 estaban en el extranjero. Para 2007 sólo le quedaron 172 patentes vigentes y sólo cuatro en el extranjero. Indicó que este proceso de desmantelamiento del capital del IMP se ha reforzado además con el despido de más de 100 investigadores y la desaparición del área de investigación en medio ambiente, entre otros.
Aseguró que en México no se definen metas, seguimientos, controles, revisión y falta planeación en la creación de recursos humanos altamente capacitados.
Por separado, Jaime Cárdenas Gracia, investigador académico, consideró que si el Estado pierde el control sobre sus hidrocarburos mediante modificaciones al marco jurídico vigente, se provocaría un fraude o golpe constitucional.
Al participar en el foro La exclusividad de la nación en materia de petróleo, organizado por el grupo parlamentario del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en la Cámara de Diputados, el académico señaló que desde antes de que comenzara el siglo XX, los intereses privados se han opuesto a que los principios constitucionales en materia de petróleo sean una realidad, y han buscado resquicios en el orden jurídico para imponer puntos de vista en contra de los intereses de la nación.
En el foro también participaron José Antonio Almazán, Raúl Jiménez, Adalberto Saldaña, Manuel Becerra, Sergio Ricardo Márquez y Jorge Fernández Ruiz.