■ Pobladores exigen evitar la pérdida de 550 mdd al año en ventas de gas a Brasil
Paro y bloqueo en Camiri, Bolivia, por una “verdadera” refundación de YPFB
■ Reclaman recibir los beneficios de la nacionalización de los hidrocarburos desde 2006
Ampliar la imagen El presidente boliviano, Evo Morales, participa en el desfile de conmemoración del Día del Mar, en La Paz, el pasado 23 de marzo. Esa fecha marca el aniversario de la guerra del Pacífico entre Bolivia y Chile (1879-1884), por la cual los bolivianos perdieron la salida al océano Pacífico. Esta situación es la base de tensiones diplomáticas constantes entre ambos gobiernos Foto: Reuters
La Paz, 27 de marzo. Por segundo día continuaba hoy el paro y bloqueo por tiempo indefinido en la ciudad de Camiri, en el departamento de Santa Cruz de la Sierra, al que se unió la Asamblea del Pueblo Guaraní, con la exigencia de una “verdadera” refundación de la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB).
Los pobladores de la región sureña reclaman la construcción de una planta separadora de líquidos para evitar que el país pierda 550 millones de dólares al año, “que se embolsa Petrobras” por los líquidos que van en el gas que se exporta a Brasil, según el asesor del Comité Cívico local, Mirko Orgaz.
La movilización camireña amenaza con cerrar las válvulas de la planta de Transredes, ubicada en esa ciudad, aún cuando está fuertemente vigilada por militares y en tanto se esperaba el arribo de una comisión negociadora del gobierno.
Los habitantes de la región petrolera de Camiri exigen al presidente Evo Morales que cumpla con el proceso de nacionalización de los hidrocarburos de mayo de 2006, pues consideran que el gobierno no les ha concedido hasta ahora beneficios por la explotación y venta de los carburantes.
El ministro de Hidrocarburos, Carlos Villegas, informó, sin embargo, desde La Paz, que la planta separadora de líquidos “no es prioridad” del gobierno, dado que en el Congreso se rechazó la creación de una empresa que pudiera construirla.
En tanto, el presidente Evo Morales emitió un decreto supremo para que a más tardar el 30 de abril se recupere el 50 por ciento más uno de las acciones de las trasnacionales petroleras Chaco, Andina, Transredes y Compañía Logística de Hidrocarburos Boliviana (CLHB), que operan en el país.
El ministro Villegas aseguró que se cuenta con los recursos suficientes para que a partir del primero de mayo YPFB tenga el control mayoritario de las acciones de Chaco, Andina y Transredes, cuya cifra se estima en 214 millones de dólares, con lo que se completará la nacionalización de tales compañías.
En lo que se refiere a la CLHB, de capitales peruanos y alemanes, esa compañía deberá ser comprada por ser un ente privatizado.
Actualmente las acciones de la petrolera en Chaco (controlada por el grupo British Petroleum) alcanzan a 48.96 por ciento; en Andina (bajo control de la española-argentina Repsol-YPF) 48.92 por ciento, y en Transredes (del grupo internacional Ashmore) a 33.57 por ciento.
En ese contexto, el decreto signado “establece el 30 de abril de 2008 como fecha definitiva para concluir negociaciones, suscribir documentos de transferencia y acuerdos necesarios, para la adquisición de las acciones” de las cuatro empresas.
De acuerdo con el ministro Villegas, las negociaciones con las petroleras en cuestión ya están “muy avanzadas”, pues empezaron desde el año pasado. Se trata, aseveró, de entregar al pueblo boliviano “el compromiso que el gobierno adquirió de la recuperación de las empresas capitalizadas (privatizadas)”.
Se declaró confiado en el éxito de estas negociaciones, al señalar que ninguna de las cuatro empresas ha mostrado desacuerdo con el decreto de nacionalización, que significa que 50 por ciento más uno de sus acciones pasarán a control de YPFB.
La nacionalización de mayo de 2006 del gobierno de Morales afectó las operaciones directas de la brasileña Petrobras, de Repsol-YPF, de la francesa Total y la británica BP. Tales compañías fueron sometidas a un régimen que dejó a favor del Estado boliviano hasta 80 por ciento del valor de la producción de crudo y gas.