■ Sugiere que Calderón encabece protesta enérgica contra resolución de la Corte estadunidense
Exige senador panista a la SRE volver a recurrir a la CIJ para salvar a mexicanos condenados en EU
■ Dictamen de los magistrados, muestra de desprecio al derecho internacional: García Cervantes
Ricardo García Cervantes, integrante de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, pidió ayer a la cancillería que vuelva a recurrir a la Corte Internacional de Justicia (CIJ), para controvertir el fallo que aprobaron los magistrados de Estados Unidos, según el cual los tribunales de ese país no tienen la obligación de acatar la resolución de dicha corte que hace cuatro años ordenó revisar los casos de 51 mexicanos condenados a muerte, porque se violentó su derecho a la notificación y la asistencia consular.
El legislador del PAN agregó que el propio presidente de la República, Felipe Calderón, podría encabezar una protesta enérgica por la decisión de la Suprema Corte estadunidense, misma que constituye una muestra de soberbia y desprecio al derecho internacional.
García Cervantes puntualizó que el dictamen de los magistrados representa un alejamiento de las obligaciones internacionales por parte de Estados Unidos.
En este contexto, refirió que la Secretaría de Relaciones Exteriores debe acudir a la CIJ para establecer los criterios planteados por los juristas del vecino país, como un desprecio y una aberración que debería tener el repudio y el rechazo de la comunidad mundial.
Especialista en temas legales, el senador panista consideró que Estados Unidos no tendrá una sanción específica por el desacato al fallo de la CIJ, pero si un castigo moral y una presión internacional al punto de que si llegan a ejecutar a los mexicanos, esta acción sea considerada como delito contra la humanidad.
Descartó que el tema pueda tratarse en la próxima reunión interparlamentaria México-Estados Unidos, pues desgraciadamente para estos efectos, son muy poco eficientes ese tipo de encuentros. Además, no hay que diluir la responsabilidad de la cancillería. Es esta y el propio Presidente, como jefe de Estado, los que pueden encabezar una protesta enérgica ante las decisiones tomadas por el vecino del norte.