■ Chocan en Plaza de Mayo simpatizantes y detractores de Cristina Fernández de Kirchner

Otro cacerolazo en defensa del paro de productores rurales

■ Campesinos de Córdoba acusan a piqueteros fashion de llevar a miles de agricultores a la pobreza

■ Advierte el ministro de Justicia que el gobierno argentino actuará para evitar el desabasto

Stella Calloni (Corresponsal)

Buenos Aires, 26 de marzo. Nuevos incidentes en Plaza de Mayo marcaron otra noche tensa al concluir una jornada en la que los bloqueos carreteros continuaron en acatamiento al paro dispuesto por tiempo “indeterminado” por la ultraderechista Sociedad Rural Argentina, en medio de temores de un desabasto de alimentos.

Grupos de personas realizaron esta noche un nuevo cacerolazo en la emblemática Plaza de Mayo en respaldo al paro convocado por los productores rurales, que rechazan un aumento impositivo a pesar de sus grandes ganancias en los últimos años. Y como anoche, grupos de piqueteros llegaron al lugar en respaldo de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, pero se presentaron algunos forcejeos entre provocadores y piqueteros encabezados por Luis D’Elía, con saldo de varios golpeados. Miles de personas se desplazaron entonces a otra parte de Plaza de Mayo, y se evitaron nuevos choques.

Movimientos sociales, de trabajadores y del gobierno comenzaron a movilizarse en el transcurso de este miércoles, y se espera para este jueves una gran manifestación en respaldo al gobierno.

Medios de comunicación desinforman abiertamente sobre los sucesos de ayer y de hoy e intentan profundizar el conflicto. Tres horas antes que Fernández de Kirchner censurara el martes el paro de los productores rurales, la ultraderechista Sociedad Rural Argentina lanzó la primera piedra al anunciar la continuidad del paro por tiempo indefinido en una abierta provocación, y preparaba ya el cacerolazo, que se celebró anoche.

La derecha se ve reforzada por algunos sectores de una confusa izquierda que toma posiciones asombrosas en este caso. Existe una fuerte posibilidad de confrontaciones en un clima de violencia, como los hechos que sucedieron en algunos bloqueos carreteros protagonizados por algunos productores y que los medios ocultan cuidadosamente.

Algunas empresas de micros de larga distancia suspendieron sus viajes por miedo a quedar varados horas en las carreteras.

Los sectores empobrecidos del campo y sindicatos de peones rurales no apoyan este paro, pero demandan justicias postergadas. El Movimiento de Campesinos de Córdoba se pregunta: “¿Por qué no se dice que los piqueteros fashion son responsables de haber depositado miles de campesinos en los bolsones de la pobreza urbana? ¿Por qué no se dice que el sistema judicial actual actúa en sintonía?”

El cacerolazo fashion no logró la finalidad de los sectores políticos de la derecha que esperaban forzar una rebelión similar a la de 2001, cuando el presidente Fernando de la Rúa se vio obligado a renunciar.

Por su parte, el joven ministro de Economía y Producción, Martín Lousteau, llamó a la cordura y al defender los impuestos, los definió como “recursos que se aplican a la evolución de la sociedad”. Advirtió que hay reclamos de los pequeños productores que ya “están en el plan que el gobierno presentó desde el inicio de la gestión”, hace cuatro meses, y subrayó que las entidades participantes lo han ocultado. En esta desinformación “se montan intereses políticos de una manera irresponsable”, afirmó. “Los que quieren que se eliminen las retenciones, en definitiva quieren generar desabastecimiento a futuro”.

El ministro de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos, Aníbal Fernández, dijo que podrían ser detenidos los productores que bloqueen carreteras para impedir el paso de camiones con mercancías, y aseguró que el gobierno actuará para que no haya desabasto, al llamar a “discutir hasta que se llegue a un acuerdo”.

En el transcurso del día se fueron tomando posiciones. La Central de Trabajadores de Argentina (CTA) y otras organizaciones progresistas se expresaron en favor de los impuestos como mecanismo redistributivo pero marcando su apoyo a los pequeños y medianos productores, con algunas críticas y demandas al gobierno, aunque separándose de los grupos de la derecha.

La CTA reclamó una amplia convocatoria a los sectores populares para discutir políticas y diálogos con sectores como la Federación Agraria Argentina y otros, y fueron claros en rechazar “terminantemente cualquier intento de desestabilización institucional”.

Los dos principales referentes de la oposición de derecha, Elisa Carrió y Mauricio Macri, coincidieron en criticar el discurso de la presidenta y llamaron al diálogo, pero cargando responsabilidades sobre el gobierno, mientras importantes figuras de la cultura argentina reunían cientos de firmas para rechazar cualquier intento anticonstitucional y golpista.

Algunos productores independientes calificaron de “obscenas” las ganancias de los grandes productores que han triplicado su dinero en los últimos cinco años, y organizaciones sociales denunciaron esta noche que el clima creado tiene un objetivo: golpear al gobierno y como lo dijeron anoche en varios de sus discursos los supuestos defensores del campo aquí, también a Venezuela, al Mercador Común del Sur, a la integración, en línea directa con el proyecto de Estados Unidos para la región.