La reforma social, tema pendiente
La reforma social es la tercera reforma de Estado que falta en México, la cual implica modificaciones importantes en lo jurídico, lo organizativo y, en consecuencia, en lo institucional, aseguró Rolando Cordera Campos, académico de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México.
El especialista resaltó que la insuficiencia patente y continuada de una reforma económica y la nula cooperación entre los poderes en materia política, podrían revisarse si el país entrara en una discusión seria y a fondo sobre el cambio social que necesita el Estado.
Al participar en la primera reunión trimestral del Centro de Modelística y Pronósticos Económicos, Cordera Campos indicó que el gran déficit de la democratización del Estado es su permanente descuido del tema social, profundizado y ampliado si se toma en cuenta que la pobreza se ha vuelto cada vez más urbana.
Presión
Agregó que de emprenderse reformas sociales se obligaría a examinar las reformas económica y política, porque éstas no han cumplido sus objetivos.
En ese sentido, consideró necesario que los derechos sociales sean exigibles, es decir, justiciables, por lo que se deben generar mecanismos para que estas garantías se apliquen a través de la justicia y, de no cumplirse, puedan ser reclamadas ante un juez. Ello, agregó, llevaría a revisar el juicio de amparo y avanzar en otros mecanismos institucionales y de corte jurídico.
Subrayó que las reformas económica y política no han alcanzado sus metas, ya que la primera no rinde los frutos prometidos ni los resultados necesarios, por la situación social de México y su demografía, pues no hay crecimiento económico alto y sostenido como requiere la desigualdad y pobreza del país, y la demografía caracterizada por su transición a una nación de jóvenes adultos, que requieren empleo y educación superior.
Mientras, la política no ha mantenido una buena relación de cooperación y conflicto en los cauces previsibles y manejables entre los poderes del Estado.