■ Podrían verse favorecidos los intereses, fueros y privilegios de la Iglesia
En el país se vive una “repolitización” de la religión, asegura especialista
Solamente en un Estado laico se puede hablar de respeto a la libertad religiosa, pues garantiza el libre ejercicio de creencias y de equidad ante la ley, se señaló ayer en el simposio: Libertad religiosa, democracia y estado laico, en el que participaron funcionarios públicos, investigadores, académicos, legisladores y líderes evangélicos.
El director de Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación, Salvador Beltrán del Río Madrid, subrayó que una de las tareas de la dependencia es garantizar el pleno ejercicio de la libertad de creencias y de culto, fomentando la cultura de la tolerancia con respeto a la pluralidad religiosa y fortalecer las relaciones con las instituciones religiosas, en el contexto del Estado laico y el principio de la separación del Estado y las iglesias.
Ante los líderes evangélicos reiteró el ofrecimiento hecho la víspera por la subsecretaria de Población, Migración y Asuntos Religiosos de esa dependencia, Ana Teresa Aranda, en el sentido de brindar la intermediación del gobierno federal para atender cualquier caso de intolerancia religiosa que pudiera presentarse en el alguna parte del país.
En su participación, el especialista Bernardo Barranco Villafán señaló también que en este momento se vive una “repolitización de la religión”, en la que la jerarquía católica ha insistido en que las reformas constitucionales en materia religiosa de 1992 no son suficientes y que es necesario pasar –desde su concepción– de la libertad de culto que se tiene actualmente a la libertad religiosa.
Esta última libertad, aclaró, incluirá desde la visión de la Iglesia católica la impartición de educación religiosa en escuelas públicas y la posesión de medios de comunicación masiva, que en los hechos implica favorecer sus intereses, fueros y privilegios.
Barranco insistió en la insoslayable necesidad de mantener un Estado laico. Además, pidió no olvidar la historia de México y aprender que la mezcla de asuntos religiosos y políticos regularmente ha tenidos resultados “explosivos”.
Por su parte, el diputado panista Emilio Flores Domínguez, de creencia metodista, señaló la necesidad de avanzar en materia de libertad religiosa, conforme a la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Sin embargo, Roberto Blancarte, especialista en el tema religioso, pidió tener cuidado con este tipo de planteamientos, pues aunque se pueden expresar este tipo de deseos predominados de buena fe, se puede vulnerar el Estado laico, que es la única garantía para garantizar la libertad religiosa para todos.
En el acto, organizado por la Confraternidad Nacional de Iglesias Cristianas Evangélicas, también participó el antropólogo Elio Masferrer, quien señaló que las iglesias evangélicas han crecido desde la segunda mitad del siglo XX en gran parte porque han sabido responder a las necesidades espirituales de la población, mejor que las llamadas iglesias históricas y mucho mejor que la propia Iglesia católica.
En el simposio también participó Manuel Camacho Solís, integrante del Frente Amplio Progresista, quien se mostró contrario a nuevas reformas constitucionales en materia religiosa, y reprobó también la “manipulación política” que hizo el ex presidente Vicente Fox de las imágenes religiosas de la virgen de Guadalupe.