■ Admiten amparo que permitiría a jueces de BC desempeñar otro empleo remunerado

Tras las críticas, buscan transparentar el concurso para seleccionar magistrados

Jesús Aranda

En el contexto de las críticas al interior del Poder Judicial de la Federación porque se atenta contra la carrera judicial al permitir que secretarios proyectistas de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y de tribunales colegiados concursen para ser magistrados federales sin haber sido jueces de distrito, ayer los medios de comunicación tuvieron acceso a la primera etapa del concurso libre de oposición, en el que se elegirán 10 magistrados de circuito.

Con el propósito de “transparentar” el proceso de selección de 10 magistrados de circuito, el director del Instituto de la Judicatura Federal, Jaime Marroquín, explicó la forma en que se desarrolla el concurso, y rechazó la posibilidad de que alguno de los 80 aspirantes pueda ser favorecido en el examen, ya que existen candados para evitar que los examinadores conozcan el nombre de los concursantes, quienes sólo se identifican por un código de barras.

Durante un recorrido por la llamada Escuela Judicial, en donde los 80 aspirantes que superaron el examen sicológico (20 fueron rechazados en esa instancia) presentaron el examen de conocimientos generales y que al término del mismo tuvieron incluso la oportunidad de conocer sus resultados por medio de un lector óptico, se pudieron observar las medidas adoptadas con el fin de evitar cualquier suspicacia sobre los resultados.

Este concurso, que para algunos ministros, magistrados y jueces atenta contra la carrera judicial, también se desarrollará en el contexto de los trabajos de una comisión formada en la Corte, en la que tres ministros evalúan el fracaso que se ha tenido en la formación de jueces y magistrados de 1995 a la fecha, ya que el Consejo de la Judicatura Federal no ha sido capaz de formar en cantidad y calidad suficientes a los impartidores de justicia que requiere la justicia federal.

Los 80 aspirantes que ayer presentaron la primer etapa del examen –12 son secretarios de estudio y cuenta de la SCJN– respondieron un cuestionario de mil preguntas de opción múltiple y tuvieron un máximo de cinco horas para responder.

Gracias al lector óptico, cada concursante pudo saber sus resultados y en una pantalla gigante también se dieron a conocer los de los otros concursantes, siempre respetando el anonimato de todos.

Se pasará a la segunda etapa, el próximo 28 de abril, en donde revisarán un caso práctico; una tercera etapa será a finales de mayo, en donde presentarán un examen oral, y una cuarta etapa en la que se revisará su desempeño judicial. Se elegirá a los 50 concursantes que obtengan la mejor calificación en el examen de conocimientos, siempre y cuando hayan obtenido una calificación superior a 7.5 puntos.

En el contexto de esta polémica, la segunda sala de la SCJN admitió un recurso de amparo en contra de la disposición legal que prohíbe a los trabajadores del Poder Judicial de Baja California desempeñar un empleo remunerado.

Hasta la fecha, desde los ministros, magistrados, jueces y secretarios proyectistas que dan cátedra en universidades públicas y privadas tienen prohibido recibir dinero por impartir clases, lo cual es norma general en todos los poderes judiciales locales, aunque podría cambiar si los ministros consideran que debe prevalecer la libertad de trabajo.