■ Permanecen encarcelados desde hace 12 años, sin ser culpables de ningún delito
Demanda JBG la liberación de dos zapatistas presos en Tabasco
■ Fueron sometidos a un proceso judicial arbitrario y considerados reos de alta peligrosidad
Palenque, Chis. 26 de marzo. La junta de buen gobierno (JBG) de la zona norte, “Nueva semilla que va a producir”, se pronunció por la liberación de dos bases de apoyo zapatistas presos en la cárcel pública municipal de Tacotalpa, Tabasco, desde hace 12 años, sin ser culpables de ningún delito.
Ahora, éstos se han unido a la huelga de hambre que realizan “presos políticos” en tres penales de Chiapas.
La JBG denuncia “las injusticias y arbitrariedades” contra Ángel Concepción Pérez Gutiérrez (44 años) y Francisco Pérez Vázquez (74 años), de la comunidad Guapacal, municipio de Tila.
La junta recapitula el conflicto agrario que sirvió de pretexto para criminalizarlos: “Hace más de 50 años, los ejidos Tuitzol (Chiapas) y Agua Blanca (Tabasco) solicitaron ampliación sobre tierras federales. Tuitzol mantenía posesión de dicha ampliación desde 1940 y comenzó el conflicto. Más tarde los ejidatarios de Tuitzol fundaron el poblado Guapacal. Los de Agua Blanca eran apoyados por el mal gobierno de Roberto Madrazo Pintado para despojar a Guapacal, ya que tenía planes de ecoturismo”.
En 1976 Guapacal fue desalojado por ejidatarios de Agua Blanca y la policía tabasqueña, que destruyó las casas. En 1989, Ángel y Francisco sufrieron una emboscada por seis policías de Tabasco. Nunca se investigaron los hechos. Tras el levantamiento zapatista de 1994, los choles de Tuitzol recuperaron sus tierras. Los de Agua Blanca los acusaron de invasores y exigieron al gobierno una “solución inmediata”. La respuesta fue un campamento de seguridad pública. Ese mismo año se firmaron acuerdos entre los dos ejidos ante autoridades agrarias, en los cuales se reconoció la posesión a Tuitzol, sin cumplirse.
El 16 de noviembre de 1995 “dos ejidatarios de Agua Blanca penetraron con armas de fuego en la ampliación Guapacal, donde algunos integrantes de la comunidad se encontraban limpiando la mensura y comenzaron a disparar, dándose un enfrentamiento entre indígenas de ambos ejidos, en el cual fallecieron Florentino Hernández López, de Agua Blanca, y Vicente Pérez Pérez, de Guapacal”. El asesinato de ese último sigue impune.
Ángel y Francisco no se encontraban ese día en el lugar del enfrentamiento, sino como jornaleros en la comunidad Patastal. No obstante, fueron detenidos el 9 de julio de 1996 en Pasamono (Tacotalpa), acusados de la muerte de Hernández López. “En las primeras declaraciones no se les menciona como participantes de los hechos, pero siete meses después se les acusó con testigos falsos de ser miembros del Ejército Zapatista de Liberación Nacional y delincuentes de alta peligrosidad. El Ejército federal resguardó un mes la cárcel de Tacotalpa, donde se encontraban”.
Ángel y Francisco fueron golpeados por la policía, no contaron con traductor y se les siguió un proceso arbitrario, sin considerar a los únicos testigos, “por ser sus familiares”.
Ese 26 de agosto, en presencia de Julio César Ruiz Ferro y Madrazo Pintado, gobernadores de Chiapas y Tabasco, respectivamente, la Secretaría de la Reforma Agraria “indemnizó” a los de Agua Blanca con un millón 226 mil pesos. En mayo de 2000, los zapatistas fueron sentenciados a 25 años de prisión.
La JBG exige su liberación inmediata “porque son presos políticos, su único delito es luchar por un pedazo de tierra”, y la reparación del daño “por tantos años de sufrimiento”.