Usted está aquí: martes 25 de marzo de 2008 Opinión Tumbando Caña

Tumbando Caña

Ernesto Márquez
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Blindan centro de Zacatecas por orden de Dylan

Ampliar la imagen Bob Dylan durante su actuación en el Distrito Federal Bob Dylan durante su actuación en el Distrito Federal Foto: Notimex

Zacatecas, 24 de marzo. A partir de que terminó el concierto de Le Orme, grupo italiano de rock progresivo que se presentó ayer a las 20:30 en la Plaza de Armas, y durante todo el día y noche de este martes permanecerá cerrado el Centro Histórico por órdenes de Bob Dylan quien, como lo hizo Pancho Villa en 1914, tomó por asalto la capital zacatecana.

La medida, acatada bajo amenaza del cantante de no presentarse, incluye la revisión de personas y bolsos de todo tipo. Las autoridades municipales y estatales montaron un dispositivo en el que participan agentes de Seguridad Pública del Estado, Policia Municipal, Protección Civil y seguridad privada contratada por el equipo de Dylan, mismos que “blindarán” esta zona de la ciudad y estarán “atentos al menor incidente”.

El cierre del Centro Histórico será, de norte a sur, a partir de la Avenida Juárez a Juan de Tolosa, y de este a oeste de López Velarde hasta Fernando Villalpando.

Las personas que por razones de trabajo o turísticas tengan que ingresar a lo que ya se conoce como zona cero deberán tener un gafete especial que deberá portarse en zona visible y/o ser mostrado a las autoridades, quienes decidirán si ingresan o no.

Bob Dylan, quien llega este martes en vuelo privado procedente de Sudamérica, ha pedido que no ingresen a su concierto personas menores de 17 años; tampoco aceptará que lo visiten en su hotel o escenario las autoridades políticas o culturales, incluida la gobernadora de la entidad, Amalia García Medina.

A los medios de comunicación, “sin excepción”, les cancelaron el gafete que permitía el ingreso a todas las actividades del 22 Festival Cultural Zacatecas, por lo que ahora tendrán que acceder junto con el público, haciendo fila y pasando por los retenes instalados para el control de bebidas y armas de todo tipo.

Los fotógrafos (previamente seleccionados y autorizados por el equipo de Dylan) tendrán derecho sólo a un par de tomas. Acto seguido, deberán abandonar la plaza.

Pero hay más: Dylan pidió desmontar las dos pantallas ubicadas a los costados del escenario; retirar las 2 mil sillas dispuestas para comodidad del público y que nadie, “por ningún motivo”, ingrese con cámaras fotográficas, de video, teléfonos celulares, grabadoras de audio y todo con lo que se pueda tener testimonio audiovisual de su concierto.

En el piso del hotel designado para el descanso del cantante (Quinta Real) no deberá haber ningún huésped. Asimismo, las personas de su equipo serán instaladas en los pisos inferior y superior.

De fuente fidedigna sabemos que el gobierno de Zacatecas, por medio de su instituto de cultura, pagó a Bob Dylan por adelantado 360 mil dólares, libres de impuestos, el doble de lo que ha cobrado por presentación en su gira latinoamericana.

Amalia García declaró que el presupuesto del festival fue de 18 a 25 millones de pesos, según un noticiero radiofónico.

Uno no es malicioso, pero algo pasa cuando el director del instituto de cultura, David Eduardo Rivera Salinas, declara en conferencia de prensa que en la cancelación de los Doors se recuperaron los 100 mil dólares del anticipo y, por otro lado, la coordinadora administrativa del mismo instituto, Ana Bertha Barbosa, pide al empresario encargado de la gira centroamericana de dicha agrupación que interceda para que le regresen ese dinero del adelanto.

Por otro lado, aceptar las imposiciones de Dylan demuestra el grado de sumisión y fanatismo que inspira. El director del Instituto Zacatecano de Cutlura ha pedido a sus empleados dar un tratamiento especial al “ilustre visitante. El gobierno de Zacatecas debe cambiar y debe hacerlo en este momento en que nos visita Bob Dylan (…). Debemos hacer un gran esfuerzo en esta ocasión”.

Tarea que algunos de sus subordinados han cuestionado, ya que “ni cuando vino el Papa se le dio ese tratamiento, como si el cantante fuera un estadista. ¿Dónde se ha visto eso?”

Aún no había arrancado el operativo Dylan y la gente ya mostraba inconformidad. “No pueden cercar a una ciudad así porque sí, sólo porque lo ordena un señor que no conozco”, dijo María de la Concepción Gaudiño, vecina de esta zona de la ciudad.

“La gobernadora Amalia no debió permitirlo. Es como si alguien de fueras llegara a tu casa a poner orden y además te dijera a quién puedes invitar a tu fiesta”, comentó, “medio encabronado”, el gerente de un hotel.

Demasiada bilis en el aire, pero muchos siguen llegando atraídos por la gárgola Dylan. La terminal de autobuses está atestada de gente que viene de Jalisco, Coahuila, Aguas Calientes, Guanajuato, Querétaro, Distrito Federal... El cálculo de asistentes es de 50 mil, aunque entre la plaza de armas, la Rinconada de Catedral y la Plaza Goitia (donde se colocarán las dos pantallas retiradas) no caben más de 12 mil. ¿Qué harán los organizadores responsables de la seguridad –eso sí– valiosísima de ese gentío? Pues ya veremos. Es una tarea por resolver.

Por lo pronto, y para los interesados en el concierto de Bob Dylan, en la plaza de armas de la ciudad (sitiada) de Zacatecas, el ingreso será a partir de las 5 de la tarde, por tres vías: avenida Hidalgo, callejón de La Campana y Rinconada de Catedral.

 
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