■ Clamor para acelerar los juicios contra responsables de delitos de lesa humanidad
Conmemoran en Argentina el 32 aniversario del golpe de Estado
■ Marchas y actividades artísticas en recuerdo de los 30 mil desaparecidos por la dictadura
■ Abrir los archivos del ejército, demandan las Madres de Plaza de Mayo, línea fundadora
Ampliar la imagen Las Madres de Plaza de Mayo marcharon ayer en Buenos Aires, y a su paso despleagaron una bandera con fotografías de víctimas de la dictadura militar que se instauró en Argentina tras un golpe de Estado perpetrado el 24 de marzo de 1976 Foto: Ap
Buenos Aires, 24 de marzo. Con marchas, actos, exposiciones, manifestaciones culturales y artísticas, se recordó hoy en toda Argentina el 32 aniversario del golpe de Estado del 24 de mazo de 1976, que instaló la más cruenta dictadura militar en la historia nacional y dejó 30 mil desaparecidos, miles de detenidos sometidos a tormentos y exiliados, y la tragedia de más de medio millar de niños robados a sus padres en cautiverio, entre otros graves daños en todos los sectores de la sociedad.
La emotiva ceremonia central a nivel oficial se realizó esta mañana en la ex Escuela de Mecánica de la Armada (Esma), uno de los mayores centros clandestinos de detención que ahora está en manos de Madres y de la Tripartita que representa el Instituto Espacio para la Memoria (IEM). Ahí funcionará el Museo de la Memoria, un centro de documentación y archivos ligados con la recuperación del pasado, el “no olvido” y también la cultura de paz y derechos humanos.
Mientras en distintos lugares del país se realizaban actos en homenaje a los caídos durante la dictadura que se extendió hasta 1983, las marchas empezaron al comenzar la tarde y estuvieron separadas. Abuelas y Madres Fundadoras de Plaza de Mayo, el Servicio de Paz y Justicia y otras agrupaciones realizaron la tradicional marcha a Plaza de Mayo. Más de una hora después otros organismos ligados con movimientos y sectores de izquierda radical, para los que el gobierno actual es igual que el de la dictadura, también marcharon.
Por otra parte, Hebe de Bonafini, presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, hizo su acto en una villa miseria (ciudad perdida) de esta capital. También hubo un acto muy importante en la llamada Mansión Seré, que fue centro de detención de la fuerza aérea, donde un grupo de detenidos protagonizó una increíble y dramática fuga.
Durante los actos en la Esma, el secretario de Derechos Humanos y ex perseguido político, Eduardo Luis Duhalde, recordó que hace 32 años comenzó “la noche más negra de la historia argentina” y sostuvo que “nadie mereció ser blanco del odio, los miles de desaparecidos aún nos duelen a los argentinos”. Resaltó que se aniquiló a miles de personas con los objetivos de apropiarse del Estado, llevar adelante un plan económico-político y “no trepidaron en su intento por acabar toda resistencia”.
Por su parte, la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, reclamó a la justicia se resuelvan con rapidez los juicios contra los responsables de delitos de lesa humanidad. Algo que también exigieron los manifestantes de la primera marcha de la tarde, las Madres Fundadoras de Plaza de Mayo y otras que pidieron “cárcel común y perpetua” para los responsables de delitos de lesa humanidad, así como la apertura de los archivos de las fuerzas armadas, y la aparición con vida del obrero Jorge Julio López, testigo en los juicios contra los responsables de crímenes de lesa humanidad de la dictadura y desaparecido en 2006.
Hubo condenas para el jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires, el derechista Mauricio Macri, y también se exigió investigar la responsabilidad de los civiles y empresarios en la pasada dictadura.
Otro pedido que unificó a todos los manifestantes de una y otra marcha fue que se anulara la ley antiterrorista, que organismos humanitarios consideran posibilitará el terrorismo de Estado.
Los organismos recordaron que sólo hay 13 condenas desde que se reabrieron los juicios y hay 73 causas abiertas para juicios orales.
En Tucumán, la cantante Mercedes Sosa realizó un conmovedor recital en el que rindió homenaje a los 30 mil desaparecidos.
Este año se trabajó en el esquema de la Memoria con el exilio, que llevó a miles de argentinos fuera del país. Como ejemplos de la tragedia a los 78 años, Blanca Santucho sigue buscando el cadáver de su hermano Mario Roberto Santucho, dirigente del Ejército Revolucionario del Pueblo, capturado en julio de 1976 junto, y cuyos restos fueron mostrados como trofeo por la dictadura.
Las Abuelas continúan su largo camino para dar con el paradero de los más de 500 niños nacidos en cautiverio y arrancados a sus madres, que están desaparecidas. Ejemplo de esto son dolorosas cartas que circulan por estas horas. Una escrita por Clara Petrakos que busca a su hermana Victoria. Nacida entre el 8 y el 13 de abril de 1977 en Banfield, provincia de Buenos Aires: “Fue arrebatada de los brazos de nuestra madre. Puede tener cualquier nombre, apellido y fecha de nacimiento”, dice al pedir ayuda para encontrarla.
Otra carta es de Laura Cena, quien busca a su hermana: “Soy Laura, hija de Nora Susana La Spina y Jorge Néstor Cena. Nuestros padres fueron secuestrados por la dictadura militar entre el 15 y 20 de noviembre de 1976 en La Plata, en calle 34 entre 13 y 14. Mamá estaba embarazada de vos y esa misma noche naciste en una comisaría. Tres días pasaste con ella, mamá te puso el nombre de Mariana, que es tu verdadero nombre. Luego te llevaron y nunca más supimos nada de tu paradero. Nuestros padres están desaparecidos. Yo te busco desde hace años, sos mi única hermana y mi deseo es que estemos juntas. Quiero que sepas que tenés una familia que te espera y te ama, y a pesar de que nunca te vimos sabemos que estás viva. Ojalá que si alguien sabe algo de vos nos ayude a encontrarte”.
Ahora son hermanas quienes buscan porque muchas abuelas ya no pudieron vencer el paso del tiempo en la espera.