■ Secuelas de la represión le impiden atender citatorios judiciales
Imponen multa a activista de la APPO que fue golpeado por policías en julio
Oaxaca, Oax., 24 de marzo. El Poder Judicial del estado impuso una multa de mil 500 pesos al activista de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) Emeterio Merino Cruz, quien fue golpeado por policías locales el 16 de julio del año pasado en las inmediaciones del auditorio Guelaguetza, por no haber comparecido a un careo con sus atacantes.
Su hija, Karen Cruz Franco, dijo que su padre, al comparecer el pasado 13 de marzo en el juzgado segundo de lo penal para confrontarse con un comandante y cuatro agentes procesados en el expediente penal 123/2007 por los delitos de lesiones calificadas con ventaja y abuso de autoridad en su contra, fue reprendido por el titular del juzgado, Jesús Hermes Ángel Maldonado, por no atender cuatro citatorios anteriores.
Expuso que el activista del movimiento magisterial y popular no había acudido porque no se encuentra en condiciones para declarar, debido a las secuelas del traumatismo craneoencefálico sufrido a causa de los golpes.
“Para nosotros es una burla. Él estuvo en coma durante mucho tiempo y, por tanto, no puede hablar bien”, señaló. Además, destacó que su padre no está emocionalmente preparado para carearse con sus agresores.
Mencionó que Merino Cruz aún está en rehabilitación física y de lenguaje, así como en terapia sicológica, pero requerirá de varios años para poder recuperarse, porque “apenas empieza a hablar lo básico”.
Observó que el pintor Francisco Toledo pagó una consulta a su padre en el hospital Ángeles del Pedregal, en el Distrito Federal, para poder ser atendido por el neurólogo Carlos Gerardo Cantú Brito, y el diagnóstico no fue confortante, porque vaticinó una recuperación “para varios años. Si el juez quiere dinero, que se lo cobre al gobierno, porque por él está así mi padre”, asentó.
Por la tarde, seguidores de la APPO y miembros de la Comunidades Eclesiales de Base de la Arquidiócesis de Antequera-Oaxaca realizaron una marcha-procesión para denunciar la represión y por la libertad de los “presos políticos y de conciencia”, al conmemorarse el 28 aniversario del asesinato del arzobispo de El Salvador, Óscar Arnulfo Romero.
Los participantes también demandaron justicia a las víctimas del movimiento magisterial y popular, así como detener la militarización, la privatización de los recursos energéticos, la entrada de transgénicos y el alza de precios.