Disquero

Cantatas

A diferencia del tenor Rolando Villazón, quien en el disco de aquí junto, Combattimento, canta Monteverdi como si fuera Verdi, es decir, entona a un autor renacentista-barroco como si fuera bel canto, el bajo barítono alemán Thomas Quasthoff intensifica la supremacía de su repertorio, en el que logra profundidades estremecedoras como en su más reciente grabación, en la que comparte crédito y gloria con otra luminaria, la soprano Dorotea Roschmann.

El álbum se titula Bach: Dialogue Cantatas (Deustche Grammophon) y amplifica el festejo, que iniciamos en el Disquero de la semana pasada, en torno al aniversario del natalicio de Johann Sebastian Bach, que celebramos el 21 de marzo, efeméride compartida con otras personas de bien, entre ellas Benito Juárez, quien al igual que Bach y como dice y danza el danzón, si no hubiera muerto, aún viviría. Lo que se vive en la novedad discográfica bachiana es una intensidad abrasadora con tres cantatas en diálogo, género que cultivó Bach en esta serie de partituras en las cuales Bach hace dialogar a Cristo con el Alma de la humanidad, en la forma física de dúos para bajo y soprano con acompañamiento orquestal, en este caso a cargo de los Berliner Barock Solisten dirigidos desde el violín por Rainer Kussmaul.

En las notas al programa de este disco, Dorotea Schröder da en el blanco: “La idea de representar la relación del creyente cristiano con su Redentor en la forma de una historia de amor representada en un sincero y por momentos explícito lenguaje erótico, podría parecer insólito en nuestros días y para algunos cuantos inclusive ofensivo”.

El aserto consiste en poner de relieve el alto erotismo que conllevan los gestos religiosos más profundos. Observen la lectora y el lector por ejemplo imágenes de éxtasis religioso y verán el rastro cercano de un orgasmo, por igual que en un verso de Sor Juana o en un poema de San Juan de la Cruz. Así que apague la luz y escuche.