■ Noventa y dos mil visitantes llegaron a la cima de la pirámide del Sol, informa el INAH
Ascenso dosificado en Teotihuacán para proteger la zona prehispánica
■ Reporta el instituto saldo blanco tras cumplirse por segundo año consecutivo la estrategia para controlar la afluencia multitudinaria
■ La cifra de asistentes cuadruplicó la del año pasado
Ampliar la imagen Panorámica de la pirámide del Sol, este viernes, durante el ritual del Equinoccio de primavera en el sitio arqueológico de Teotihuacán Foto: Ap
Teotihuacán, Méx., 21 de marzo. A las 12 horas de este viernes la pirámide del Sol, en Teotihuacán, lucía semivacía, pese a las casi cien mil personas que llegaron a la zona arqueológica y a que la gran estrella solar abrió el espectáculo posándose encima del majestuoso monumento prehispánico.
Sólo las escasas personas que se encontraban en la cima a esa hora lograron extender sus brazos para recibir los rayos del astro rey, mientras, abajo, la mitad de los visitantes que arribaron a la Ciudad de los Dioses permanecieron formados en una interminable fila.
Los visitantes que lograron prever que no podrían subir a la pirámide se apostaron en el resto de las estructuras prehispánicas enclavadas en la plaza del Sol para cumplir el tradicional ritual anual y con ello recibir “buenas vibras” y lanzar al cosmos sus peticiones de salud, armonía y dinero.
Fila de dos kilómetros
Hacia el mediodía los que custodiaban la monumental estructura reportaron que hasta ese momento habían subido 17 mil 387 personas. Tres horas después, en conferencia de prensa, Alejandro Sarabia, director de la zona arqueológica, y Gilberto Meza, vocero del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) informaron que hasta las 14 horas habían llegado a la cúspide alrededor de 65 mil personas.
Este 21 de marzo, día en que se conmemora el Equinoccio de primavera –aunque la estación entró formalmente hace dos días–, el INAH cumplió con las medidas adoptadas desde hace un año para evitar las visitas multitudinarias que dañan el patrimonio histórico de la nación.
“¿Por qué nos hacen esto? llevamos mucho tiempo formados en medio del calor y ni siquiera nos avisan de que existen dos filas para iniciar el ascenso a la pirámide; no les importa que esta hilera sea de más de dos kilómetros y nosotros estemos ahí paradotes”, dijo un adulto quien iba acompañado con varios de sus nietos.
Antes, una mujer en la cima gritó a todo pulmón “Viva México y que todos tengamos salud, dinero y bienestar”.
Entre ocho y 10 de la mañana el cielo se pintó de varios colores con los globos aerostáticos que volaron encima de la pirámide del Sol durante más de dos horas.
Lo cierto es que el acceso a las escalinatas de la pirámide fue controlado de tal manera que cada 20 minutos avanzaban alrededor de 600 personas desde la gran fila.
A las 12 horas, ese paso intermitente se suspendió y, después, de las peticiones dirigidas hacia el brillante sol reiniciaron los ascensos a la estructura teotihuacana.
El objetivo de la campaña emprendida por el INAH se cumplió y el saldo resultó blanco en una jornada en la que se conjuntaron tres aspectos raramente unidos: viernes santo, vacaciones escolares y el inicio de fin de semana.
El operativo concluye mañana
El año pasado la desolación fue manifiesta en Teotihuacán, pues sólo acudieron 19 mil personas el 21 de marzo. En contraste, esta semana las cifras de afluencia variaron: el pasado domingo fueron 20 mil 670; el lunes 17 mil 150; el martes 12 mil 877; el miércoles 13 mil 620; el jueves 12 mil 877, y este viernes 92 mil, en un recorte preliminar en taquilla.
Los grupos esotéricos, guías espirituales, danzantes y vendedores ambulantes tampoco faltaron a su cita para alzar sus plegarias –espirituales y mundanas– en el cenit del Equinoccio de primavera.
De la gran zona arqueológica sólo había visitantes en las áreas cercanas a sus dos pirámides; incluidos ciertos puntos de la Calzada de los muertos, como las plazas ceremoniales. Días antes el INAH ya había informado que el Centro de Estudios Teotihuacanos y el Museo de Murales permanecerían cerrados.
El operativo del Equinoccio de Primavera concluirá este domingo 23 de marzo con la certeza de que la campaña de salvaguarda del patrimonio se cumplió con éxito por segundo año consecutivo.
El INAH refrendó que la meta es que las personas no lleguen en masa los días 21 de marzo, sino que esa afluencia sea distribuida a lo largo del año en todas las zonas prehispánicas del país.
Al margen de los 10 asentamientos más concurridos, Gilberto Meza, adelantó que a Tulum llegaron 3 mil 565 personas; Mitla recibió 2 mil 347, Calixtlahuaca 6 mil 200, Palenque 6 mil 730, Tula 6 mil 35 y Chichén Itzá 16 mil visitantes.