Sólo paliativo, construir otra refinería
La construcción de una nueva refinería no resolverá el problema de las crecientes importaciones de gasolinas ni se alcanzará la autosuficiencia en materia de combustibles, porque según las tendencias el resultado sería que en 2015 el país estaría importando otra vez entre 30 y 40 por ciento de la demanda interna de gasolinas, equivalente a un monto superior a 13 mil millones de dólares anuales, porque se prevé que el consumo será superior a un millón de barriles diarios, impulsado principalmente por el sector autotransporte.
En el contexto de la conmemoración del 70 aniversario de la expropiación petrolera, el presidente Felipe Calderón giró instrucciones a la secretaria de Energía, Georgina Kessel, y al director general de Petróleos Mexicanos (Pemex), Jesús Reyes Heroles, para que, sin dilación, inicien los estudios y analicen la factibilidad técnica, financiera y logística que permita construir una nueva refinería.
Sin embargo, desde abril de 2007 Pemex ya cuenta con un diagnóstico que presentó el director de la petrolera, ante la Cámara de Diputados, intitulado: Programa de inversión para la ampliación y construcción de refinerías y de la infraestructura complementaria, de acuerdo con el mandato del artículo décimo sexto transitorio del decreto de Presupuesto de Egresos de la Federación para 2007.
El proyecto
De acuerdo con el Plan de los principales proyectos de inversión de Pemex-Refinación para lo que resta del sexenio, se contempla edificar una nueva refinería para el proceso de crudo pesado, que tendría una capacidad de entre 300 y 600 mil barriles diarios de petróleo, y la inversión estimada sería de entre 7 mil 300 y 8 mil 500 millones de dólares, que se financiaría mediante endeudamiento con particulares vía Proyectos de Inversión Financiada con Impacto Diferido en el Gasto. El sitio de su localización es aún indeterminado.
Además, se espera concluir en lo que resta de la actual administración gubernamental la modernización de las refinerías de Salina Cruz, Tula y Salamanca, con las construcciones de nuevas unidades de coquización retardada, proyectos que por cierto no tienen el avance inicialmente programado. Para la conclusión de la reconfiguración de las tres refinerías se requieren inversiones totales por al menos 6 mil millones de dólares.
En 2007, el sistema nacional de refinación, integrado por Cadereyta, Madero, Salamanca, Tula, Salina Cruz y Minatitlán, procesó un millón 270 mil barriles por día, prácticamente lo mismo que desde 1992.