■ Nos fabricaron delitos para apoderarse de la tierra, señalan
Libertad y castigo a acusadores, piden presos en ayuno en Ocosingo
Ampliar la imagen El indígena Zacario Hernández (izquierda), quien había permanecido en huelga de hambre en el penal del Amate, fue liberado el pasado 18 de marzo Foto: Moysés Zúñiga Santiago
Playas de Catazajá, Chis., 21 de marzo. Los presos tzeltales en huelga de hambre en el Cereso 17 de este municipio vecino a Tabasco, procedentes todos de la comunidad Busiljá (Ocosingo), no sólo demandan su libertad; también exigen castigo a sus acusadores, algunos de los cuales son culpables de los delitos que les imputan; otros, de rendir falso testimonio, y todos, de haberlos despojado de sus tierras.
“Queremos nuestra libertad más pronto posible porque somos inocentes. La lucha y el sufrimiento vamos a seguir hasta que se solucione. Queremos la justicia. Nos encontramos 12 personas acusados de lo que no hemos hecho. Este delito grave nos lo fabricaron para quedarse allí en nuestra tierra”, expresan.
“El líder de la Opddic es Pedro Chulín. Son paramilitares y se han apoderado en nuestras tierras”. Señalan a Benjamín Gómez Sánchez, Calixto Gómez Sánchez, Feliciano Sánchez López, Nicolás Gómez Sánchez, Pablo Gómez Sánchez, Rafael Gómez Pérez, Elías Samuel Pérez Méndez y José Gómez Pérez. “Queremos que se castigue a los que fabricaron los delitos. Nos parece una burla lo que dice el gobierno. Aunque salgamos muertos, seguiremos mostrando nuestra inocencia.”
En tanto, los presos en huelga de hambre en Cintalapa enviaron una misiva al obispo “de nuestra diócesis” (San Cristóbal de las Casas), Felipe Arizmendi Ezquivel, en los siguientes términos: “Estimado señor, si conoce parte de la realidad en que vive nuestro pueblo en Chiapas, comprenda que somos parte de ella. Deseamos compartir con usted nuestro pensamiento respecto a su llamado y declaraciones en torno a nuestra lucha”.
En réplica a un comentario del obispo sobre la posibilidad de que no todos los participantes en la protesta fueran inocentes, y a la solicitud del gobierno estatal al prelado para que “pida” a los indígenas que la suspendan (argumentando no muy precisa ni republicanamente aquello de “no matarás”), los reclusos expresan: “Buscar la libertad no sólo es un derecho nuestro; es responsabilidad de todo aquel que ya se dio cuenta de la opresión. Luchar no sólo es justo, sino urgente si deseamos conservar nuestra dignidad como pueblo”.
“Que lo hagamos vía la huelga de hambre no significa que odiemos la vida. Por el contrario, la amamos. Tanto, que no queremos seguir viviendo la injusticia desde las rejas. Nuestra lucha no es un acto suicida, es una muestra de fortaleza, voluntad y fe.”
Y agregan: “El que seamos culpables o no, no depende de cartas de amigos o de la justicia de códigos llenos de vicios e intereses mezquinos. Nuestros problemas tienen un contexto social y político que las mismas leyes han creado, y es fundamental su conocimiento para hacer razonamientos coherentes y claros. Nuestras organizaciones presentan desde hace años estos argumentos al gobierno, y seguimos esperando una respuesta”.
Piden al obispo “la oportunidad para que demostremos que se vale luchar por uno de los derechos más fundamentales: la libertad. Permita que la fe que tenemos en nuestros actos nos acerque a la justicia. Agradeceremos infinitamente sus bendiciones”. Firman, como “compañeros en fe”, los “presos políticos” de la Voz del Amate, Pueblo Creyente, Grupo Zapatista, CIOAC y MOCRI-CNPA-MN.
Por su parte, Pascual Heredia Hernández y Enrique Hernández Hernández, miembros de Pueblo Creyente que permanecen presos, mandan decir al obispo: “Como un pastor para el pueblo de Dios esperamos que nos ayude a cargar nuestra cruz. Donde nos encontramos en la cárcel es sufrimiento muy difícil de pasar los días. Para que sepas, nosotros los que quedamos estamos en un planton indefinido, realizando ayuno y oración tres días y tres noches sin tomar nada.
“Necesitamos que nos ayude para la azotada de las autoridades competentes, que estamos recibiendo en cotidiana. El gobierno prometió que nos va dar la libertad a los tres, pero no fue así, sólo Zacario la obtuvo por la huelga. Estamos en ayunos y oración permanente desde el 12 de febrero. Mostramos inocencia, pero el gobierno no nos tomó en cuenta.”