■ Encabezó conmemoración del Viernes Santo en la Catedral
Ora Rivera Carrera por la prevalencia de la “verdadera libertad religiosa”
Ampliar la imagen Durante la celebración del Viernes Santo, Rivera Carrera pidió que los jefes de Estado sean responsables y las decisiones que tomen promuevan el bien común Foto: Notimex
El arzobispo primado de México, Norberto Rivera Carrera, pidió ayer, durante la conmemoración del Viernes Santo, la prevalencia de una “paz duradera, un auténtico progreso social y una verdadera libertad religiosa”.
Al encabezar la liturgia de la Pasión de Cristo, Norberto Rivera oró porque los gobernantes y jefes de Estado sean responsables en sus acciones de gobierno, promuevan el bien común y propicien un ambiente de paz y libertad, pero también exhortó a los cientos de feligreses que ayer abarrotaron la Catedral Metropolitana a orar por los obispos, presbíteros, diáconos y todo el “pueblo de Dios”, así como por aquellos que no creen en Cristo.
En una ceremonia que se extendió más de una hora, en la que estuvieron presentes también los integrantes del Cabildo Metropolitano, el prelado veneró la cruz y oró por el papa Benedicto XVI y porque todos los religiosos católicos ejerzan su ministerio en la forma en que se espera que desempeñen.
“Pónganse en el lugar de Jesús”
Antes, durante su sermón, Rivera Carrera hizo hincapié en que la tarde de ayer y el Domingo de Ramos son las dos ocasiones en que se proclama en la Iglesia católica la Pasión de Cristo. “Hoy es el único día del año que se suprime la celebración de la eucaristía para dar paso a la liturgia de la palabra, a la contemplación del acontecimiento donde tienen origen todos los sacramentos, ya que del costado abierto de Jesús, en la cruz, nacen todos ellos y la misma Iglesia”, señaló.
Tras referir que durante el Viernes Santo se debe privilegiar la contemplación y el silencio, el prelado hizo hincapié en la razón de la muerte de Cristo: “Hermanos, yo les he transmitido lo que yo mismo recibí: que Cristo murió por nuestros pecados, que fue sepultado y que resucitó al tercer día, según las escrituras… Cristo Jesús fue entregado a la muerte por nuestros pecados y resucitó para nuestra justificación”.
Norberto Rivera instó a los presentes en la Catedral a ponerse por un instante en el lugar de Jesús, quien se sintió despreciado y rechazado por los hombres, y dijo que sólo pueden comprender el dolor de Cristo aquellos que han vivido la angustia, el miedo y el abandono, así como quienes han experimentado momentos de oscuridad en los que se siente el vacío de la existencia.
También ayer, en la Basílica de Guadalupe, se efectuó una conmemoración litúrgica para recordar la Pasión y muerte de Jesús, presidida por Diego Monroy Ponce, rector de la Basílica.